La Segunda Guerra Mundial fue un crisol que probó la fibra moral de individuos e instituciones en todo el mundo. Para los cristianos protestantes, la respuesta al auge del nazismo y el estallido del conflicto fue variada y a menudo conflictiva, marcada por la resistencia heroica de algunos y la complicidad silenciosa de otros. Esta diversidad contrasta, en ciertos aspectos, con la postura de la Iglesia Católica en Alemania, una institución que, si bien también experimentó tensiones internas, mantuvo una estructura jerárquica más centralizada en su relación con el régimen nazi.
Dentro del protestantismo alemán, la fragmentación teológica y organizativa llevó a una gama de respuestas. Algunos individuos y grupos se opusieron firmemente al nazismo, basando su resistencia en convicciones bíblicas y una profunda preocupación por la justicia y la dignidad humana.
Ejemplos de Resistencia Protestante:
Dietrich Bonhoeffer: (hay una película en las plataformas, ya hablaremos de ella). Este pastor luterano y teólogo se convirtió en una de las voces más elocuentes contra el nazismo. Participó activamente en la resistencia, incluyendo planes para asesinar a Hitler, y finalmente fue arrestado y ejecutado en 1945. Su obra, especialmente «El costo del discipulado», sigue siendo una poderosa reflexión sobre la fe y la acción en tiempos de opresión.
Martin Niemöller: Otro destacado pastor luterano, Niemöller inicialmente apoyó algunas de las políticas de Hitler, pero rápidamente se desilusionó y se convirtió en un crítico abierto. Fundó la Liga de Emergencia de Pastores (Pfarrernotbund) en 1933 para resistir la arianización de la iglesia y fue encarcelado en campos de concentración desde 1937 hasta la caída del régimen nazi. Su famosa cita, a menudo parafraseada, sobre la indiferencia ante la persecución de otros grupos sigue resonando hoy en día.
La Iglesia Confesante (Bekennende Kirche): Este movimiento dentro de la Iglesia Protestante alemana surgió en oposición a los intentos del régimen nazi de controlar y nazificar las iglesias protestantes a través del movimiento de los «Cristianos Alemanes» (Deutsche Christen), que promovían una ideología racial y nacionalista compatible con el nazismo. La Iglesia Confesante, aunque no siempre un frente unido de resistencia política, se opuso firmemente a la subordinación de la fe cristiana a la ideología nazi y defendió la autonomía de la iglesia y la autoridad de las Escrituras.
Sin embargo, es crucial reconocer que la resistencia no fue la norma entre los protestantes alemanes. Muchos se mostraron indiferentes, simpatizaron con algunos aspectos del nacionalismo o incluso se unieron activamente al movimiento de los «Cristianos Alemanes«. El miedo a la represión, el fervor patriótico y la influencia de la propaganda jugaron un papel importante en esta falta de una oposición unificada.
La Iglesia Católica en Alemania: Una Perspectiva de Contraste
La Iglesia Católica en Alemania, bajo el liderazgo del Papa Pío XII y los obispos alemanes, adoptó una postura más cautelosa y diplomática en comparación con la resistencia más vocal de algunos protestantes. Si bien el Vaticano firmó un concordato con el régimen nazi en 1933, buscando proteger los derechos de la Iglesia, esto también limitó su capacidad para criticar abiertamente las atrocidades del régimen.
Ejemplos de la Participación Católica:
El Concordato de 1933: Este tratado entre el Vaticano y la Alemania nazi garantizó ciertos derechos a la Iglesia Católica a cambio de su desvinculación de la actividad política. Si bien buscaba proteger a la Iglesia, también fue criticado por legitimar indirectamente al régimen nazi.
Críticas Ocasionales: Algunos líderes católicos, como el Cardenal Michael von Faulhaber de Múnich, expresaron críticas puntuales al nazismo, especialmente en relación con la persecución de la Iglesia y la violación de los derechos humanos. Sin embargo, estas críticas fueron a menudo ambiguas y no constituyeron una condena sistemática del régimen.
Participación en el Holocausto: Si bien hubo individuos católicos que ayudaron a judíos y otros perseguidos, la Iglesia Católica en su conjunto no se opuso activamente al Holocausto. Esta falta de una condena pública y enérgica sigue siendo un tema de debate y controversia histórica.
Contraste Clave:
La principal diferencia radica en la estructura y la autoridad centralizada de la Iglesia Católica. Si bien hubo diversidad de opiniones entre los católicos, la jerarquía eclesiástica tenía el potencial de emitir directivas y pronunciamientos con mayor unidad que el protestantismo alemán, que carecía de una autoridad central comparable. La decisión de la Iglesia Católica de priorizar la protección de sus instituciones a través del concordato influyó significativamente en su respuesta pública al nazismo. En contraste, la resistencia protestante provino más de individuos y movimientos descentralizados que actuaron por convicción personal.
Películas y Series que Abordan el Tema:
«Sophie Scholl – Los últimos días» (2005): Aunque se centra en un movimiento de resistencia estudiantil (La Rosa Blanca), que tenía fuertes lazos con el pensamiento cristiano, ofrece una visión del coraje individual frente al totalitarismo.
«Amén.» (2002): Esta controvertida película explora la relación entre la Iglesia Católica y el Holocausto, centrándose en la figura de un joven sacerdote jesuita que intenta alertar al Vaticano sobre el exterminio de los judíos.
Documentales: Numerosos documentales históricos abordan la compleja relación entre las iglesias cristianas y el nazismo, a menudo presentando testimonios de figuras clave y analizando documentos de la época. Buscar documentales sobre Dietrich Bonhoeffer, Martin Niemöller y la Iglesia Confesante puede ser muy revelador.
En conclusión, la posición de los cristianos protestantes durante la Segunda Guerra Mundial fue un mosaico de resistencia valiente, indiferencia y, en algunos casos, complicidad. La figura de Dietrich Bonhoeffer personifica la resistencia basada en la fe. En contraste, la Iglesia Católica en Alemania, aunque con voces disidentes, adoptó una postura más cautelosa, marcada por el Concordato de 1933 y una reticencia a condenar abiertamente las atrocidades nazis. Comprender estas diferentes respuestas nos permite reflexionar sobre la compleja interacción entre la fe, la ética y el poder en tiempos de crisis.
TIEMPOS DE CRISTO 2025.