En otros artículos de este medio hemos hablado con claridad sobre la actualidad de Israel, sobre el conflicto actual con Hamas, Irán. (ver artículo ¿En qué terminará este conflicto entre Hamás e Israel?). Más vemos importante hacer un contexto sobre Israel hasta hoy, que lo situé de una manera más precisa ante ustedes como lectores y les permita entender con mayor claridad el panorama profético que se extiende ante nuestros ojos.
El eco de Mateo 24:7-8, que resuena con la promesa de «una nación entrará en guerra con otra, y un reino con otro reino,» adquiere una resonancia particularmente aguda cuando se contempla la historia y la realidad contemporánea de Israel. Desde su restablecimiento en 1948, el Estado de Israel no solo ha sido un actor en el escenario global de los conflictos, sino que, en gran medida, su propia existencia y desarrollo han estado intrínsecamente ligados a una serie casi ininterrumpida de enfrentamientos. Ubicar a Israel en medio de este tapiz de guerras no es meramente una cuestión de contar participaciones, sino de comprender cómo el conflicto ha moldeado su identidad, su política y su lugar en el mundo.
Un Nacimiento en Medio de la Guerra: La Guerra Árabe-Israelí de 1948
La misma fundación de Israel en 1948 fue el catalizador de su primer gran conflicto: la Guerra Árabe-Israelí, también conocida como la Guerra de Independencia israelí o la Nakba palestina. Esta guerra fue el resultado directo de la retirada británica de Palestina y la subsecuente proclamación del Estado de Israel. Inmediatamente, una coalición de estados árabes (Egipto, Transjordania, Siria, Líbano e Irak, con apoyo de otros) invadió el recién formado estado judío. Israel, luchando por su supervivencia, emergió victorioso, pero esta guerra estableció un patrón de animosidad y desconfianza que definiría gran parte de la política regional en las décadas siguientes.
Un Ciclo de Conflictos Regionales: Las Guerras Árabe-Israelíes (Ver artículo: el conflicto Palestino – israelí. Cap. 1. Antecedentes. También: LÍNEA TEMPORAL DEL CONFLICTO ENTRE ISRAEL Y PALESTINA.)
Tras 1948, Israel se vio inmerso en una serie de conflictos a gran escala con sus vecinos árabes, cada uno de ellos con consecuencias profundas para la región:
La Crisis del Sinaí (Guerra de Suez) de 1956: Israel, en alianza secreta con el Reino Unido y Francia, invadió la Península del Sinaí en respuesta a la nacionalización del Canal de Suez por Egipto.
La Guerra de los Seis Días de 1967: Un conflicto relámpago en el que Israel lanzó ataques preventivos contra Egipto, Siria y Jordania, obteniendo una victoria decisiva y ocupando Cisjordania, la Franja de Gaza, los Altos del Golán y la Península del Sinaí. Esta guerra alteró drásticamente la geografía política de la región y dio origen a la actual situación de los territorios palestinos.
La Guerra de Desgaste (1967-1970): Una fase de enfrentamientos de baja intensidad pero constantes entre Egipto e Israel a lo largo del Canal de Suez, tras la Guerra de los Seis Días.
La Guerra de Yom Kipur de 1973: Egipto y Siria lanzaron un ataque sorpresa contra Israel en el día más sagrado del calendario judío, buscando recuperar los territorios perdidos en 1967. Aunque Israel logró repeler la ofensiva, la guerra fue un recordatorio contundente de la vulnerabilidad israelí.
La Guerra del Líbano de 1982: Israel invadió el Líbano para erradicar las bases de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) que lanzaban ataques contra el norte de Israel. La ocupación israelí en el sur del Líbano se prolongó hasta el año 2000.
Además de estas guerras convencionales, Israel ha estado constantemente involucrado en:
Intifadas (Levantamientos Palestinos): La Primera Intifada (1987-1993) y la Segunda Intifada (2000-2005) fueron levantamientos populares palestinos marcados por la violencia y la represión.
Conflictos con grupos militantes: Israel ha llevado a cabo numerosas operaciones militares en Gaza y el Líbano contra grupos como Hamás y Hezbolá, incluyendo las guerras de Gaza (2008-2009, 2012, 2014, 2021, y el conflicto actual desde 2023) y la Segunda Guerra del Líbano de 2006.
Israel y el Ecosistema de Conflictos Globales.
Si bien la mayoría de los conflictos de Israel han sido de naturaleza regional, su posición estratégica y sus alianzas (especialmente con Estados Unidos) lo han insertado indirectamente en dinámicas globales más amplias.
Guerra Fría: Israel, al ser un aliado clave de Occidente en Oriente Medio, fue un actor en el tablero geopolítico de la Guerra Fría, aunque no participó directamente en conflictos globales más allá de su región. Su arsenal nuclear, aunque no reconocido oficialmente, también lo ubica como un actor relevante en el contexto de la proliferación de armas y la disuasión global.
Guerra contra el Terrorismo: Tras los ataques del 11 de septiembre, Israel se ha posicionado como un socio en la «Guerra contra el Terrorismo», compartiendo inteligencia y, en ocasiones, coordinando esfuerzos con países occidentales, especialmente en la lucha contra grupos yihadistas en la región.
Tensiones con Irán: La rivalidad con Irán, percibido por Israel como una amenaza existencial debido a su programa nuclear y su apoyo a grupos militantes anti-israelíes, ha escalado hasta convertirse en una «guerra en la sombra» que abarca ciberataques, sabotajes y operaciones encubiertas, con repercusiones que van más allá de Oriente Medio.
La Carga de la Defensa Constante.
Israel, a lo largo de sus 76 años de existencia, ha librado un número significativo de guerras y operaciones militares a gran escala. Ha participado directamente en al menos cinco grandes guerras convencionales contra estados árabes (1948, 1956, 1967, 1973, 1982), además de numerosas intifadas y conflictos intermitentes con grupos militantes que, por su intensidad y duración, a menudo se asemejan a guerras. Su política de seguridad nacional está, por necesidad, centrada en la defensa proactiva y la disuasión, en un entorno regional volátil.
La experiencia de Israel resalta cómo el versículo de Mateo 24:7-8 no es solo una profecía distante, sino una descripción vívida de la realidad que muchas naciones, sobre todo Israel, han vivido y continúan viviendo. Para Israel, la guerra no ha sido una excepción, sino una constante, una parte integral de su narrativa, que ha forjado su espíritu y su resiliencia en un mundo que, para muchos, sigue siendo un campo de batalla.
Como hermanos menores no los queda otra alternativa que orar por La Paz de Israel y las naciones de la tierra.
“Oren por la paz de Jerusalén; que todos los que aman a esta ciudad prosperen. Oh Jerusalén, que haya paz dentro de tus murallas y prosperidad en tus palacios.”
Salmos 122:6-7 NTV
Daniel E Ospina B.
Tiempos de Cristo.