Todos, desde niños, hemos tenido un ideal de mujer en nuestra mente. Hollywood, inicialmente, y ahora las redes, se han encargado de «vendernos» arquetipos que hemos hecho parte ya de nosotros. Más allá de la belleza física (la cual tiene un peso importante), cada uno de nosotros hemos creado el «ideal» de mujer, «la mujer de nuestros sueños», «la perfecta» para formar un hogar y vivir al estilo de los cuentos infantiles: felices para siempre.
He hablado de este tema con mis hijos varias veces. Les he tratado de explicar que no necesariamente la mujer de nuestros sueños es la mujer que nos conviene como esposa. Esto por una razón, quizás la más importante: si la mujer de nuestros sueños nos aleja o pone en riesgo nuestra asignación o propósito, entonces no es la mujer adecuada para estar a nuestro lado, y esto incluye chicas creyentes y espirituales.
ENCUENTRA TU PROPÓSITO.
El primer error que cometemos en el momento de escoger pareja es el de apresurarnos a enredarnos en relaciones muy temprano en nuestra vida y, sobre todo, si nos guiamos por la atracción física o sexual únicamente. Esto se da también entre jóvenes creyentes, y es el error que causa que existan corazones dolidos antes de estar preparados para ello.
Antes que nada, un hombre de Dios debe encontrar su propósito en la vida, saber hacia dónde va, qué quiere y, sobre todo, precisar si tiene un llamado especial de parte de Dios. Todo esto se convierte en una especie de filtro a la hora de pensar en encontrar la mujer de sus sueños.
En este punto hay que tener cuidado, pues no hay que confundir el propósito en Dios con la situación actual por la que, como joven, se esté pasando. Me explico mejor: desde muy temprano en tu vida vas a empezar a saber cuál es tu propósito en Dios.
Normalmente, tus padres se encargarán de ponerte en él, de guiarte, de encaminarte. Si no tienes padres creyentes o si no se han preocupado por esto, igual Dios se encargará de mostrarte, por medio de tus líderes o pastores, cuál es tu asignación y propósito en este mundo.
El propósito de Dios en tu vida siempre estará latente, siempre se mostrará. El Espíritu Santo se encargará de recordártelo y guiarte a cumplirlo; pero llegará una etapa en tu vida en la que quizás te sientas estancado, quizás apenas termines tus estudios, abrumado por preguntas como: ¿Qué harás?, ¿cómo te sostendrás?, etc. Esta es una situación por la que todos pasamos, pero pasar por ella no quiere decir necesariamente que no tengamos un propósito o asignación de parte de Dios en este mundo. Tus dones, talentos, estudios, habilidades y lugar geográfico donde te encuentras estarán hablándote o recordándote cuál es tu propósito en Dios.
Por esta razón, aunque no todo esté claro para ti, quizás apenas terminas tus estudios y te sientes estancado o abrumado por pensar en ¿qué harás con tu vida?, ¿Cómo te sostendrás?, etc. Recuerda eres un hombre con propósito divino y debes cuidar esa asignación. Elegir la mujer correcta es parte de esa responsabilidad. Por esta razón, si vamos tras la mujer de nuestros sueños, posiblemente estemos desviándonos o alejándonos de nuestro propósito.
Sansón se dedicó a buscar la mujer de sus sueños y dos veces se equivocó (quizás más); la segunda le causó la ceguera y perder el espíritu de Dios; y, de paso, casi pierde su propósito totalmente, o lo cumplió a medias.
“Porque vas a concebir y a dar a luz un hijo. No pasará la navaja por su cabeza, porque el niño será un consagrado a Dios desde el vientre de su madre. Él librará a Israel del dominio filisteo.”
JUECES 13:5 BLPH
https://bible.com/bible/28/jdg.13.5.BLPH
Después de Sansón, los filisteos siguieron dominando en la región y solo hasta el reinado de David consiguieron ser apaciguados. Hoy día, como hemos dicho en otros artículos, los filisteos son los mismos habitantes de Gaza (entre ellos, Hamás). Cabe una pregunta: si Sansón no hubiera ido tras la mujer de sus sueños, se hubiera casado con una chica israelita y cumplido su propósito, ¿qué hubiera ocurrido?
“Y el siervo le contó a Isaac todo lo que había hecho. Luego Isaac la llevó a la carpa de Sara, su madre, y Rebeca fue su esposa. Él la amó profundamente, y ella fue para él un consuelo especial después de la muerte de su madre.”
Génesis 24:66-67 NTV
https://bible.com/bible/127/gen.24.66-67.NTV
Tomando otro ejemplo de la Palabra, Isaac sí se casó con la mujer de su propósito (Rebeca). De ellos nacieron Esaú y Jacob (Israel). ¿Podemos, a esta altura, discernir la enorme diferencia entre la mujer de los sueños y la mujer del propósito? En el caso de Isaac, es claro que la mujer del propósito de Isaac se convirtió en la mujer de sus sueños, pues dice ahí muy claro que la amó profundamente.
CÓMO ENCONTRAR LA MUJER DE TU PROPÓSITO.
“Abraham ya era un hombre muy anciano, y el Señor lo había bendecido en todo. Cierto día, Abraham le dijo a su siervo más antiguo, el hombre que estaba a cargo de su casa: —Haz un juramento poniendo tu mano debajo de mi muslo. Jura por el Señor, Dios del cielo y de la tierra, que no dejarás que mi hijo se case con una de esas mujeres cananeas. En cambio, vuelve a mi tierra natal, donde están mis parientes, y encuentra allí una esposa para mi hijo Isaac. El siervo preguntó: —¿Pero qué pasaría si no puedo encontrar una joven que esté dispuesta a viajar tan lejos de su casa? ¿Debería, entonces, llevar allí a Isaac para que viva entre sus parientes, en la tierra de donde usted proviene? —¡No! —contestó Abraham—. Procura no llevar nunca a mi hijo allí. Pues el Señor, Dios del cielo, quien me sacó de la casa de mi padre y de mi tierra natal, prometió solemnemente dar esta tierra a mis descendientes. Él enviará a su ángel delante de ti y se encargará de que encuentres allí una esposa para mi hijo.”
Génesis 24:1-7 NTV
https://bible.com/bible/127/gen.24.1-7.NTV
- Escucha a tus padres. Hay casos en los que Dios muestra a tus padres la mujer de tu propósito, o el lugar donde esta puede estar. Es muy importante que escuches lo que ellos tengan que decirte al respecto. Sin embargo, quien toma la decisión eres tú, para evitar caer en manipulaciones. Estoy seguro de que ellos no están imponiéndote algo, sino confirmando algo que el Espíritu Santo ya puso en tu corazón. Siéntete con total libertad para ello, pero eso si, ten cuidado de hacer todo lo contrario: piensa qué habría pasado si Isaac hubiera rechazado a Rebeca…
- Asegúrate de que sea de tu parentela. Esto no se refiere a que sea parte de tu familia; aquí estamos hablando de parentela espiritual. La mujer de tu propósito debe creer en lo que tú crees, debe poseer una genética espiritual igual a la tuya, debe estar familiarizada con lo que tú crees y cómo llevas tu vida espiritual.
- Levanta la vista, ponte atento. No ignores las señales, sobre todo si son de parte de Dios. Es muy probable que la mujer de tu propósito esté o haya estado cerca de ti. También es posible que la encuentres en un lugar de propósito, es decir, la hallarás mientras estés cumpliendo tu propósito.
«Quien halla esposa encuentra el bien y recibe el favor del Señor.”
Proverbios 18:22 NVI
https://bible.com/bible/128/pro.18.22.NVI
- Hazla parte de tu hogar, de tu entorno. La mujer de tu propósito debe ser o hacerse cercana y amigable con tu familia y con el lugar de tu propósito. Ella debe llegar a formar parte de este, no a apartarse ni apartarte de ello.
Por esta razón, Abraham estaba alarmado: “—¡No! —contestó Abraham—. Procura no llevar nunca a mi hijo allí. Pues el Señor, Dios del cielo, quien me sacó de la casa de mi padre y de mi tierra natal, prometió solemnemente dar esta tierra a mis descendientes. Él enviará a su ángel delante de ti y se encargará de que encuentres allí una esposa para mi hijo. Si ella no está dispuesta a regresar contigo, entonces quedarás libre de este juramento que haces conmigo; pero bajo ninguna circunstancia llevarás a mi hijo allí.”
Génesis 24:6-8 NTV
https://bible.com/bible/127/gen.24.6-8.NTV.
Así que puedes encontrar que un indicador bastante cercano de cuál es la mujer de tu propósito es que se lleve bien con tu familia, que haya paz en el corazón de tus padres, sobre todo si son creyentes, y que tengas la seguridad de que te seguirá al lugar de tu asignación.
- Observa a su familia. La familia de la mujer de tu propósito entenderá y sentirá que tú eres diferente y adecuado para ella. Entenderán que eres un hombre de propósito y se sentirán complacidos y seguros por ello. No intentarán llevarte bajo su cobertura, sino que dejarán que su hija vaya bajo la tuya.
“Entonces Betuel y Labán respondieron: —Es evidente que el Señor te trajo hasta aquí, así que no hay nada que podamos decir. Aquí está Rebeca; tómala y vete. Efectivamente, que ella sea la esposa del hijo de tu amo, tal como el Señor lo ha dispuesto.”
Génesis 24:50-51 NTV
https://bible.com/bible/127/gen.24.50-51.NTV
- Reconócela y ella te reconocerá.
“Cuando Rebeca levantó la vista y vio a Isaac, se bajó enseguida del camello. —¿Quién es ese hombre que viene a nuestro encuentro caminando por los campos? —preguntó al siervo. Y él contestó: —Es mi amo. Entonces Rebeca se cubrió el rostro con el velo.”
Génesis 24:64-65 NTV
https://bible.com/bible/127/gen.24.64-65.NTV
Si tienes pistas de ella, si alguno de los puntos anteriores es evidente en tu vida, apresúrate a conocerla un poco más, a compartir con ella, a tener comunión, a involucrarla poco a poco en tu asignación. Si ninguno de estos puntos se da, entonces sigue arando como Isaac, sigue concentrado en tu propósito que estoy seguro pronto llegará a ti.
Pero si en tu vida se cumplen todos los puntos anteriores, ¿qué estás esperando?
– Daniel E. Ospina B.