¿Qué tipo de líder eres?
¡Ejerce tu Liderazgo!
El liderazgo es un componente indispensable de cualquier organización o equipo exitoso (Robbins & Judge, 2017). Las organizaciones exitosas presencian el impacto positivo que tiene el liderazgo efectivo y cómo transforma a los involucrados. Según la Harvard Review, el liderazgo es la dirección de la fuerza humana hacia el logro de objetivos (Prentice, 2004). Pero esta no es la única definición que existe para este concepto dinámico y multifacético que ha sido ampliamente estudiado y teorizado a lo largo de los años. Al igual que nuestro mundo, el liderazgo fluctúa y no hay un concepto único que lo englobe todo, sino más bien una esfera vasta y en constante crecimiento de conceptos y definiciones sobre este aspecto intenso e importante del comportamiento humano.
Por lo tanto, el liderazgo abarca otros conceptos, ya que impacta en varios aspectos. El marco utilizado por Manning & Robertson en «Liderazgo: Una Revisión Crítica y Guía» sugiere que se pueden lograr diversas interpretaciones para la comprensión del liderazgo, pero el mejor marco es aquel que tiene en cuenta los 6 elementos: Personas, posición, poder, proceso, desempeño y percepción (Manning & Robertson, 2017).
Por esta razón, el liderazgo puede verse como un regalo o característica otorgada a las personas, es decir, liderazgo y personas. En segundo lugar, el liderazgo también puede entenderse como una posición o título. Esto explica por qué presidentes, capitanes y generales son denominados líderes a pesar de su capacidad para hacerlo. En tercer lugar, el liderazgo puede estar correlacionado con el poder, ya que se considera que si una persona es destacada en una característica, es muy probable que sea líder porque inspira e impacta a los demás a su alrededor. En cuarto lugar, el liderazgo a menudo puede definirse como la suma de varios procesos en el desarrollo de un propósito. En quinto lugar, el liderazgo puede definirse como la capacidad para lograr resultados. Y por último, puede definirse como cómo se percibe desde el exterior, que es la principal perspectiva que queremos usar para este documento, ya que es el impacto que un líder crea lo que los valora como un buen líder (Manning & Robertson, 2017).
Por esta razón, este documento se centra en la importancia del buen liderazgo dentro de las organizaciones y qué es realmente un buen liderazgo. Bajo este contexto, el liderazgo puede definirse como la capacidad y acción, a pesar de la posición, el poder, el regalo o el desempeño, para guiar, impactar y transformar con éxito a un grupo u organización a través de la búsqueda de ciertos objetivos (Prentice, 2004). Los buenos líderes motivan y fomentan una cultura de trabajo en equipo, creando grandes resultados. Además, los buenos líderes dan forma e impactan. Su orientación y mentoría son esenciales. Sin embargo, un mal liderazgo también trae efectos, que pueden ser tan impactantes como los buenos resultados de manera negativa (Kretzschmar, 2023).
Liderazgo Histórico
Además, a lo largo de la historia, la humanidad ha experimentado y conocido a millones de ejemplos de liderazgo. Algunos buenos, algunos malos. Pero todos ellos son capaces de aportar perspicacia y una revisión crítica arroja luz sobre la importancia del buen liderazgo dentro de las organizaciones. Líderes como Alejandro Magno, Napoleón, Churchill, Martin Luther King y muchos otros actuaron en roles de liderazgo. Algunos lograron buenos resultados y otros fracasaron en su intento, sin embargo, el enfoque no está en qué tan bien lo hicieron o si alcanzaron la cúspide del liderazgo, sino más bien en la percepción que crearon y el buen liderazgo que desarrollaron. Alejandro Magno, tal como su nombre lo indica, fue un gran líder, pero no logró inspirar a sus seguidores y soldados, ya que no encontraron un propósito para seguir luchando por conquistar el mundo, ya que no había nada más que conquistar (Holiday, 2022). Martín Lutero, por otro lado, tenía un sueño y una visión trascendental que conquistó el mundo y rompió las barreras de color y raza. Como líder, Julio César tenía todo el poder y la posición que uno desearía como emperador del Imperio Romano, pero no tenía a nadie que cuidara su espalda (Holiday, 2022). Por otro lado, Churchill, a pesar de ser antipático, tenía el apoyo y la confianza de una nación para tomar las decisiones más difíciles durante un período de caos e incertidumbre. Por estas razones, el buen liderazgo es más que el líder. El concepto en última instancia va más allá del líder y se centra en el impacto en sus seguidores (Kretzschmar, 2022).
Liderazgo Efectivo
Ahora, entendiendo que el enfoque del buen liderazgo no está en el líder, sino más bien en la percepción de sus seguidores, es importante señalar que hay tres aspectos principales que todo buen líder debe tener. Según un análisis ético cristiano de la importancia del liderazgo profético para un liderazgo sostenible, muchos valores y teorías engloban el concepto de buen liderazgo, que será denominado liderazgo efectivo porque el enfoque, como se mencionó antes, es la percepción de los seguidores y la sostenibilidad del liderazgo (Kretzschmar, 2023). Las tres principales teorías o aspectos del liderazgo efectivo son el liderazgo ético, el liderazgo compasivo y el liderazgo impactante.
Liderazgo Ético
El liderazgo ético es esencial para el liderazgo efectivo «bueno» porque establece los valores y principios que el líder debe asemejar para que las personas lo sigan (Kretzschmar, 2023). No es ningún secreto que las personas no seguirán a alguien que no vive lo que predica (Van Hooser, 2020). Esto se debe a que los líderes pierden toda credibilidad y plantean estándares dobles que en última instancia afectan la consecución de los objetivos previstos y la cultura de la organización (Van Hooser, 2020). Además, los líderes que no tienen un cierto estándar ético de repente se convierten en dictadores o manipuladores, convirtiéndolos en un arma peligrosa para la destrucción masiva. A menudo, los valores y principios parecen no tener importancia. La respuesta de Maquiavelo se valora más cuando se repiten citas como «Es mejor ser temido que amado» o «el fin justifica los medios» en varios puestos de liderazgo. Sin embargo, los valores y principios se arraigan profundamente en la psique humana, lo que hace que sean relevantes para la discusión del liderazgo efectivo (Leigh, 2013). Es por eso que es más fácil seguir a alguien que practica lo que predica que a alguien que simplemente habla sin reflejar nada en absoluto.
Liderazgo Compasivo
El liderazgo compasivo refleja parte de la teoría de liderazgo ético, al mismo tiempo que se conecta con el aspecto impactante del liderazgo, que a menudo se denomina liderazgo transformacional. Sin embargo, la forma en que esto es importante para el liderazgo efectivo dentro de las organizaciones es porque el aspecto humano está intrínsecamente inmerso en el liderazgo (Robbins & Judge, 2017). Así como los humanos son parte del proceso de liderazgo, las emociones y los estados de ánimo también son partes intrínsecas de las organizaciones, y la correcta gestión de estos puede tener un impacto positivo en el éxito de estas organizaciones (Robbins & Judge, 2017). Es por eso que los líderes efectivos necesitan desarrollar liderazgo compasivo.
Según varios académicos, la gestión o liderazgo inmediato está relacionado con el bienestar de los empleados y la satisfacción laboral en toda la organización (Wayne et al., 2008). Más específicamente, los académicos discuten el impacto que los gerentes inmediatos tienen en la motivación de sus empleados, ya que afectan directamente las emociones, los estados de ánimo y el ambiente en una organización (Robbins & Judge, 2017). Por lo tanto, este impacto no se limita únicamente a cómo se motiva a los empleados a través de palabras de afirmación, sino también a cómo estos sentimientos de motivación y prosperidad se traducen en efectividad, productividad y satisfacción en la organización (Robbins & Judge, 2017).
Por estas razones, los líderes necesitan comprender cuidadosamente el impacto que generan en los empleados, ser conscientes de la necesidad de inteligencia emocional en el lugar de trabajo y corregir las relaciones interpersonales para motivar a sus empleados en la organización (Robbins & Judge, 2017). Dado el profundo impacto que los gerentes tienen en los empleados, necesitan utilizar correctamente la gestión emocional y cultivar relaciones positivas en el lugar de trabajo (Robbins & Judge, 2017). Los líderes que se centran en metas inspiradoras y fomentan el optimismo, la cooperación y el entusiasmo entre los empleados contribuyen a interacciones sociales más positivas con los compañeros de trabajo y crean una mejor motivación en la organización (Robbins & Judge, 2017, p.60). Además, la forma en que se comportan es crucial porque los gerentes o líderes que comparten emociones positivas crean un ambiente más positivo y son percibidos como más efectivos (Robbins & Judge, 2017).
Liderazgo Impactante
Muchas teorías evalúan el impacto de los líderes según los resultados (Kretzschmar, 2023). Sin embargo, se revisó cómo Alejandro Magno a pesar de todas las conquistas y victorias no fue efectivo en el «buen» liderazgo. También, cómo Julio César a pesar de ser el hombre más poderoso del mundo era vulnerable al ataque de sus enemigos porque no tenía a nadie en quien confiar (Holiday, 2022). Es por eso que el liderazgo necesita ser sostenido y transformador, es decir, impactante. Algo que crea un impacto lo hace porque deja una huella y porque es trascendental. Por estas razones, el buen liderazgo es aquel que es sostenido entre los seguidores sin importar qué, como los discípulos de Jesús que llevaron a cabo el movimiento más grande después de que su líder se fuera. Y es por eso que el buen liderazgo debe ser inspirador y transformador porque, como se revisó, el liderazgo no se trata del líder, sino de todos los demás. El liderazgo efectivo se preocupa por llevar a los seguidores a través de etapas de desarrollo para empoderarlos y convertirlos en líderes (Ciulla, 2014). Además, los líderes que se centran en metas inspiradoras y fomentan el optimismo, la cooperación y el entusiasmo entre los empleados contribuyen a interacciones sociales más positivas con los compañeros de trabajo y crean una mejor motivación en la organización (Robbins & Judge, 2017).
Conclusión
Por estas razones, el liderazgo puede definirse como la capacidad y acción, a pesar de la posición, el poder, el regalo o el desempeño, para guiar, impactar y transformar con éxito a un grupo u organización a través de la búsqueda de ciertos objetivos (Prentice, 2004). Los buenos líderes motivan y fomentan una cultura de trabajo en equipo, creando grandes resultados. Además, los buenos líderes dan forma e impactan. Su orientación y mentoría son esenciales. Sin embargo, un mal liderazgo también trae efectos, que pueden ser tan impactantes como los buenos resultados de manera negativa (Kretzschmar, 2023). El concepto en última instancia va más allá del líder y se centra en el impacto en sus seguidores (Kretzschmar, 2022). Es por eso que líderes como Martin Luther King y Churchill tuvieron un liderazgo más efectivo que Julio César y Alejandro Magno incluso aunque estos últimos lograron enormes victorias. Además, el buen liderazgo es liderazgo efectivo, ya que desarrolla seguidores y los convierte en líderes mientras se ocupa del liderazgo ético, liderazgo transformacional, liderazgo compasivo, sostenibilidad e impacto. Esto se debe principalmente a que los temas recurrentes sugieren que el liderazgo se basa en valores fundamentales como la honestidad, la equidad y la integridad, para ellos mismos y para los demás.
Por estas razones, el liderazgo efectivo no se centra en el líder, sino más bien en guiar, impactar y transformar con éxito a los líderes del futuro.
Daniel Josue Ospina R.
