¿Es bueno o malo? ¿Qué dice la Biblia al respecto?
¿Pueden los cristianos buscar la riqueza? Es una de las cuestiones más controvertidas en el mundo del cristianismo. Todos los días vemos y escuchamos las necesidades que tienen las personas con respecto al dinero; “No tengo suficiente dinero para pagar la comida, ni el colegio de mis hijos, ni la universidad, ni la vivienda, ni la salud, etc. Y por otro lado, casi nunca escuchamos que un hermano cristiano haya ganado un gran contrato que le producirá millones de dólares o que se hará multimillonario porque firmó con una gran marca.
Lamentablemente estamos viviendo en esta gran burbuja en la que lo único que vemos es que la mayoría de los cristianos tienen problemas económicos y que cada bendición junto con la riqueza del mundo, está guardada para otros, menos para nosotros, la comunidad cristiana.
Pero, ¿Qué pasa si nos tomamos un momento, miramos fuera de la burbuja y nos preguntamos qué nos impide generar riqueza? ¿Podemos como cristianos adquirir riquezas?
De hecho, Dios quiere que seamos bendecidos en todo, quiere que seamos bendecidos a través de Él y Él es el actor principal y toda la diferencia. Dios quiere bendecirnos, Él es quien nos bendice y nos da Provisión según la Visión que tenemos, la Visión para cumplir la Gran Comisión, si tu visión es grande, grande será la PRO-VISION. Pero si es pequeña, pequeña será.
En 2 Corintios 8:9, dice: «Porque conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que, aunque era rico, por amor a vosotros se hizo pobre, para que vosotros con su pobreza os enriquecierais».
Jesús se hizo pobre para que nosotros seamos ricos, y aunque sea difícil de creer y entender, una de las metas que Dios tiene para nosotros es que seamos bendecidos.
Él realmente quiere bendecirnos a través de Él, pero también tenemos que entender que las bendiciones vienen de diferentes maneras, no solo en las cosas materiales como riquezas sino también en las espirituales. Es por esto que muchas veces vemos cristianos que no tienen millones de dólares, pero aun así viven con una paz y un gozo que nadie les podrá quitar y esto es porque son bendecidos por Dios.
Además, como dije antes, Dios también puede darnos riquezas y bendecirnos con dinero., esto con el propósito específico de expandir su reino.
Él es soberano y puede bendecirnos sobrenaturalmente, aún más, si nuestra Visión está conectada con la Gran Comisión de “expandir su reino mediante esas riquezas”.
Hace algunos años fui a la casa de este conocido de mi padre, él vivía en una casa y barrio humilde, vestía sandalias y camisas de no más de 12 dólares. No es que no tuviera mucho, pero tenía lo necesario. Este hombre estaba en la ciudad simplemente buscando a Dios y apoyando a su futura esposa.
A lo largo de los años evidenció varios milagros que Dios obró en su vida y escuché de todo lo que hizo este hombre. Recuerdo que tuvo la Fe de tal vez dar todos sus ahorros y así como lo hizo una vez siguió haciéndolo y haciéndolo hasta que Dios al ver su gran VISIÓN, lo convirtió en uno de los empresarios más grandes de la ciudad y de la iglesia. Hoy en día ese hombre que vivía en un barrio humilde y usaba sandalias y camisetas de no más de 6 dólares, viste trajes caros y es dueño de tres empresas diferentes y todo esto porque su visión estaba conectada con la gran comisión de Dios.
Ahora que entendemos que es el deseo de Dios bendecirnos, no solo materialmente. También debemos comprender las consecuencias y el peligro de desear riqueza con propósitos diferentes.
1 Timoteo 6:9 dice que
«Los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas concupiscencias necias y dañinas, que hunden a los hombres en ruina y destrucción.»
Entonces podríamos decir que perseguir y desear riquezas puede abrir y atraer muchas cosas que podrían hacernos perder de vista a Dios e incluso nuestra salvación. Y, como cristianos, debemos saber que nuestra salvación, valores y creencias son mucho más importantes que la búsqueda de riquezas.
La Biblia dice: «Mejor es el pobre que camina en su integridad que el rico que es torcido en sus caminos”
-Proverbios 28:6- y eso debe ser parte de nosotros, sin importar lo que diga la gente y el mundo.
Como cristianos, no debemos en absoluto desear nada fuera de Dios. Más bien debemos buscar todo en Dios como dice
Mateo 6:33 “Más buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas también os serán dadas”
esa es la clave para lograr absolutamente todo sin desviarnos de nuestros valores, creencias y ética.
Para concluir, algunas consecuencias de perseguir la riqueza son: perder la salvación y perder de vista a Dios. Además, sabemos que como cristianos no debemos buscar nada fuera de Dios, sin importar lo que pueda representar para nuestra vida terrenal. No debemos perseguir las riquezas, sino que debemos seguir y buscar a Dios y su reino. Y así Él nos traerá todas las bendiciones que Él ha preparado para nosotros incluyendo y si está en Sus planes las riquezas y muchas otras bendiciones. Así como dice
Filipenses 4:19 “mi Dios suplirá todo lo que necesito conforme a las riquezas de su gloria en Cristo Jesús”.
Juan Esteban Ospina R.
