El cielo tiene una tonalidad rojiza.
El mundo se ha convertido en un inmenso vertedero de chatarra dispersa por el horizonte. Ha finalizado una gigantesca guerra termonuclear. Sobre el árido y polvoriento suelo, surge la silueta de Max Rockatanski, un justiciero que lucha contra una pandilla nómada que siembra el caos con el fin de obtener el poder, en una sociedad descompuesta. En la cúspide de la tecnología y la ciencia el ser humano enfrenta el apocalipsis.
Este futuro indeseable fue imaginado y recreado por George Miller y para este proyecto cinematográfico contó con el joven Mel Columcille Gerard Gibson, recién graduado del National Institute of Dramatic Art.
Mel Gibson nació en Nueva York al amparo de una familia Irlandesa con profundas convicciones cristianas. Su padre se mudó a Australia para evitar que sus hijos fueran reclutados y enviados a Vietnam. Desde pequeño su carácter alegre lo distinguió de sus hermanos y su ingenio para divertir lo utilizó para librarse de los matones de la escuela, que lo acogieron como bufón de su corte.
Esa personalidad creció con los años y fue determinante para elegir su profesión: «si voy a hacer payaso, pues que me paguen por eso”, dijo en una ocasión. Su ascenso como estrella de cine fue relativamente rápido, la franquicia de Mad Max tuvo mucho éxito, primero en Australia y después en el resto del mundo. El joven actor impactó con su buena presencia y su penetrante masculinidad, Hollywood no tardo en poner sus ojos en él.
Era el prototipo de héroe que la industria necesitaba, sus personajes eran divertidos e intrépidos, enfrentaba ejércitos de maleantes armados hasta los dientes y siempre salía victorioso. Con automóviles ejecutaba escenas de riesgo que helaban la sangre de los espectadores, lograba hazañas impensables en la pantalla, hazañas que harían cambiar de ropa interior a un ciudadano del común.
Su carrera fue exitosa. Sus fanáticos crecían y el éxito de sus films en las taquillas lo hacían blanco de propuestas cinematográficas. La fama y la fortuna lo llevaron a un camino de excesos y complicaciones. Una gigantesca cortina de hierro cayó en su vida, de un lado quedó su pasado lleno de principios cristianos y del otro su presente lleno de admiradores, logros profesionales y la decadencia de Hollywood.
Su declive comenzó con el abuso del alcohol. Se separó de su primera esposa (Robyn Moore) alegando diferencias irreconciliables. Con su segunda esposa (Oksana Grigorieva) ocurrió lo mismo después de propinarle una golpiza tan fuerte que le rompió los dientes. El lugar común en todo, fue la presencia del licor. A estos escándalos se le sumaron otros que lo enfrentaron con la comunidad judía después de hacer fuertes declaraciones antisemitas. Fue arrestado por conducir a alta velocidad bajo los efectos del alcohol y condenado a tres años de libertad condicional. Su rebeldía fue una forma de resistencia a lo establecido, un desafío propio para entender el mundo o enfrentarse a el. Estaba preocupado por la vida, sin poder vivirla a plenitud.
En esta época comienza su etapa como director de sus propias historias. Los temas que eligió son muy reveladores sobre lo que ocurría en su conciencia. La primera película fue “EL HOMBRE SIN ROSTRO” basada en la novela del mismo nombre y cuenta la historia de un profesor que sufrió un trágico accidente automovilístico en el cual murió un alumno suyo y él quedó con medio rostro desfigurado. Las personas lo acusaron falsamente de haber abusado de su discípulo fallecido y comienza otro drama en su vida: pierde su trabajo, pierde a su esposa, y es repudiado por la sociedad. Su rostro desfigurado y las mentiras creadas por la gente lo hacen ver como un verdadero monstruo.
Esto no impide que un chico acuda a él pidiendo su ayuda para recuperar sus asignaturas perdidas. La relación académica entre el chico y el profesor se ve rodeada de dificultades. El hombre usa como herramientas la filosofía, la literatura y las humanidades para que el chico aprenda a discernir la realidad de manera objetiva y lógica. Poco a poco el muchacho conquista una visión propia del mundo que lo rodea. El mensaje es claro, Mel Gibson invita a alejarse de la superficialidad y los prejuicios. Una exaltación de la espiritualidad sana.
BRAVEHEART (Corazón valiente) esta película narra la lucha de los clanes escoceses liderados por William Wallace contra la tiranía de Eduardo I. Es una película épica, que resalta la valentía de un grupo minoritario de granjeros del siglo 13 que son formados en el arte de la guerra para enfrentar al numeroso y bien entrenado ejército Inglés. Esta historia no solo es la narración de sucesos históricos, también simboliza la lucha contra la opresión del vicio del alcohol y la victoria de la tenacidad humana, apelando a la obediencia de la voluntad divina, para recuperar el honor. La película recibió 5 reconocimientos de la academia de las artes y ciencias cinematográficas.
LA PASIÓN DE CRISTO, recrea los últimos momentos en la vida de Jesús, uno de los hechos más importante dentro de la fe cristiana, anunciada proféticamente y consumada en la cruz en el monte calvario. Es la eliminación del pecado, la reconciliación de la humanidad con nuestro creador a través del sacrificio y castigo padecido por nuestro señor Jesucristo. Para este film Gibson puso su mayor esfuerzo para lograr fidelidad en términos históricos, se hizo acompañar de un grupo de historiadores, antropólogos sociales y arqueólogos lingüistas. La película es hablada en arameo y retrata de forma excesivamente violenta la muerte de El Salvador. Esta película causó descontento dentro de la comunidad judía que la calificó como antisemita, Por algunas adiciones hechas por Gibson, sin rigor histórico, como por ejemplo la escena en que Jesús le dice a Pilatos que no sienta culpa: “Eres solo una herramienta en las manos de quienes me entregaron”. En otra escena aparecen unos rabinos burlándose del salvador en momentos de plena tortura.
El éxito de Gibson como director fue gigantesco en términos económicos, pero los estudios (en su mayoría propiedad de la comunidad judía) decidieron bloquearlo. En el 2011 hizo las paces con los estudios, pero su nombre ya no tiene ningún peso en la industria y tiene que hacer fila junto con algunos novatos del medio para esperar la aprobación de sus proyectos. En el 2016 fue estrenada la película HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE, que narra la historia de un cristiano reclutado por el ejército y que se niega a portar armas en el frente de guerra y se convierte en objeto de burla de los demás soldados y es perseguido por sus superiores. A pesar de tantas dificultades, logra salvar más de 70 vidas en medio del fuego enemigo en la sangrienta batalla de la isla Okinawa. Su proyecto más anhelado es LA RESURRECCIÓN, pero aún no ha sido aprobada su realización.
Actualmente lleva 10 años sin probar alcohol y la cortina de hierro se comenzó a deshacer después de una conversación con su padre: “papá estoy haciendo las cosas bien” a lo que su padre le respondió:
“Lo bueno y lo malo son conceptos relativos en el mundo y suelen ser instrumentalizados para justificar acciones o para sentirse bien consigo mismo de manera egoísta… Se debe hacer lo correcto y lo correcto solo lo hallarás en la palabra de Dios.”
Cuando el ruido del mundo se acaba y el silencio se agota, la palabra de Dios ilumina las mentes. Mel Gibson Quizás haga lo correcto y tome la biblia, de esa manera el guerrero del camino encontrará su destino y podrá conquistarse a sí mismo y encontrar su verdadera esencia. La paz espiritual solo se consigue de la mano del creador.
Josè Patricio Sanchez S