Te tenemos la reseña de una película que tocará las fibras más íntimas de quienes la vean. Con un mensaje impactante… esta es la reseña.
Te cuestionas la presencia de Dios cuando repetidamente eres testigo de momentos que nos afectan o afectan a otros de una manera que no esperamos aunque consideremos que siempre hacemos nuestra parte siguiendo sus preceptos. Desconocemos su plan para llevarnos por el camino que mejor contribuya a nuestro servicio propio y de los demás, hasta cuando el correr de los sucesos nos lo va explicando, si bien continuemos resistiéndonos a aceptarlo con algo de ceguera.
Un agente de policía altamente calificado por la academia inicia su servicio en las calles para encontrarse con un mundo real que lo atropella en sus emociones y le cuestiona la existencia de Dios, mientras por años trata de no llevar esos traumas de su trabajo a casa refugiándose en el alcohol como único escucha de sus reclamos silenciosos, un comportamiento que de cualquier modo no deja de afectar su matrimonio a lo largo de los años.
Basado en hechos reales, la película narra la experiencia y transformación de este agente de policía constantemente confrontando al sentido de la vida y el papel de Dios como custodio del bienestar de sus hijos, así como la ausencia a lo largo de su vida propia para acompañarle en momentos difíciles que le han golpeado desde niño. Casi en piloto automático, hace su trabajo con un éxito tal que le merece distinciones de su departamento, mismas que parecen, sin embargo, no ayudarle a responder el sentido de su trabajo. ¿Cuál es el camino para responder tantas preguntas y afrontar los errores cometidos mientras los tiempos de duda? Ese es el acercamiento a la historia de una vida con trastienda que perturba la relación familiar.
ENRIQUE SIERRA.
Para Tiempos de Cristo.