Tú eliges que ser para Dios y los hombres.
”Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.“
S. Mateo 5:14-16 RVR1960
Hace unas noches hicimos en un pequeño grupo de Oración delegado por nuestra Iglesia en Charlotte Carolina del Norte la reunión de despedida de año. El tema era sobre la Navidad y lo que significa Jesús como luz en el mundo.
Era un tema sencillo y profundo, pero el Espíritu Santo me hablo de una ama era tan contundente tanto a mí como a los demás miembros del grupo, entre ellos mi familia.
Terminamos reflexionando acerca de ser luz en el mundo y encendimos unas pequeñas velas para representarlo, entonces vino de parte del Espíritu Santo una hermosa revelación que quiero compartirles en este escrito.
Cuando leemos los versículos del inicio entendemos sin duda que no tenemos más alternativa que ser Luz para los demás. Pero que clase de luz?… es suficiente la luz de un pequeño Pabilo o una vela para alumbrar las tinieblas de este mundo?.
Estoy seguro de que no… Una vela apenas alumbra a los miembros de una casa … Y quizás a lo lejos se alcance a ver algo de la luz, pero no alumbra a los demás fuera de esa casa.
Jesús nos llamó a ser la Luz del mundo, para serlo no podemos conformarnos con ser velas, muchos pensarán que de todas maneras ser vela es estar encendido y es verdad, pero para poder alumbrar el camino tenebroso que es hoy el mundo debemos pasar de ser una vela a convertirnos en una antorcha.
La vela se puede apagar con un ventarrón fácilmente, pero la antorcha resiste mucho más y si juntamos varias antorchas se formará una gran llama que alumbrará aún más y a más personas, por esto es importante en este tiempo no dejar de congregarnos.
”Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.“
Hebreos 10:23-25 RVR1960
Los tiempos actuales son muy oscuros, y esa oscuridad está extendiéndose en el mundo peligrosamente. Esta es la razón por la cual el Señor nos insta a no dejar de congregarnos. Ahora es cuando más necesitas ir a tu Iglesia local, ahora es cuando necesitas orar con otros hermanos. No puedes arriesgarte a ser una vela solitaria que se apague en la soledad de su casa y más aún cuando ni siquiera alumbras a los de tu propia casa.
¿COMO PERMANECER ENCENDIDO?.
Si quieres ser una antorcha o ya lo eres la única manera de permanecer encendido es rodeándote de otras antorchas y logrando un gran fuego. ¡Esto es una Iglesia! Por ello aunque no sientas deseos debes servir en ella, hacer lo que otros no están dispuestos a hacer por los demás.
Si eres una vela encendida o un pabilo a punto de apagarse también la Iglesia ayudará, pero en este caso corres el riesgo de ser derretido por el fuego de los demás. A que me refiero con esto?… que si no te conviertes en antorcha en tu lugar secreto difícilmente vas a crecer en una congregación y tarde que temprano terminarás dejando de asistir a tu Iglesia o asistirás únicamente por cumplir.
Ahora bien, al convertirte en una antorcha y unirte a otras antorchas como tú (mucho mejor si es tu familia). Sin duda pasarás a ser parte de un faro y como bien sabes un faro es el encargado de alumbrar las horas de tinieblas.
¿QUÉ ES UN FARO?
El nombre de faro podría venir de la palabra griega “luz” o “brillo”. Pero hay indicios de creer que los libios y kutitas ya habían construido torres de fuego a lo largo del bajo Egipto.
Una explicación plausible es la divulgación del nombre de la isla de “Pharos” en Alejandría, donde se erigió el faro más representativo de todos los tiempos. Otra teoría apunta a la palabra helénica “Pharah”, nombre egipcio del Sol. El faro más antiguo del que se conserva referencia escrita es el de Sigea (650 a.C.).
El faro de Alejandría, situado al oeste de la desembocadura del Nilo y frente a la ciudad de Alejandría, en la isla de Faros. Según los antiguos autores, estaba muy alejado de la costa, sin embargo, comentaristas modernos la sitúan en la desembocadura del Nilo.
En la década de 1820, Augustin Fresnel inventó un nuevo tipo de lente y la instaló en el faro de Cordouan en Francia. De repente, una lámpara podía iluminar el camino a marineros que se encontraban a muchas millas mar adentro.
Estamos llamados a ser faros en este momento de la humanidad.
Donde quiera que halla tinieblas pon un faro… Una comunidad, un grupo de oración, hazlo ahora antes que sea tarde.
«Si fuera católico romano, tal vez en esta ocasión debería prometer construir una capilla para algún santo; pero como no lo soy, si hiciera algún voto, sería el de construir un faro”. — Benjamín Franklin.
Quiero invitarte a reflexionar en este tema y a convertirte en una antorcha que sea parte de un Faro que alumbre el camino de muchos en medio del mary tormentoso y lleno de tinieblas que es nuestro mundo hoy.
Si estás apagado enciéndete, si eres un pabilo humeante vuélvete vela.
Si eres vela, conviértete en una antorcha y si eres antorcha únete a otras y haz un gran faro…
El tiempo se agota.
Ahora ora conmigo:
Señor, necesito encenderme con tu luz y ser luz … Perdóname por dejarme apagar por los vientos de este mundo.
Quiero ser una antorcha que alumbre a mi familia y a todos los que me rodean… ayúdame a pertenecer a ser, a servir en mi Iglesia … Quiero ser un Faro de Luz… te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
Tiempos de Cristo.