El Aceite de la Santa Unción: Símbolo de Consagración y Poder Divino
“Luego el Señor le dijo a Moisés: «Recoge especias selectas —seis kilos de mirra pura; tres kilos de canela aromática; tres kilos de cálamo aromático; y seis kilos de casia— calculado según el peso del siclo del santuario. Consigue también cuatro litros de aceite de oliva. Con la misma técnica que emplea un experto fabricante de incienso, combina estos ingredientes para elaborar el aceite sagrado de la unción. Utiliza este aceite sagrado para ungir el tabernáculo, el arca del pacto, la mesa y todos sus utensilios, el candelabro y todos sus accesorios, el altar del incienso, el altar de las ofrendas quemadas y todos sus utensilios, y el lavamanos con su base. Conságralos para que sean completamente santos. Después todo lo que tenga contacto con estos objetos se volverá santo. »Unge a Aarón y a sus hijos, a fin de consagrarlos para que me sirvan como sacerdotes. Y dile al pueblo de Israel: “Este aceite santo de la unción está reservado para mí de generación en generación. Nunca será usado para ungir a ninguna otra persona ni deberán preparar una mezcla igual para ustedes. Es aceite consagrado y tienen que tratarlo como tal. Cualquiera que prepare una mezcla igual a esta o unja a alguien que no sea un sacerdote será excluido de la comunidad”».”
Éxodo 30:22-33 NTV
El aceite de la santa unción, descrito en el libro del Éxodo, representa un profundo simbolismo de consagración, santificación y la manifestación del Espíritu Santo en la vida del creyente. Diversos líderes cristianos y estudios bíblicos coinciden en que su composición no es meramente una receta antigua, sino una poderosa enseñanza sobre la obra de Cristo y la vida espiritual.
I. Qué es el Aceite de la Santa Unción?
•Fundamento Bíblico: La receta y el propósito del aceite se encuentran en Éxodo 30:22-33. Dios instruye a Moisés para crear una mezcla sagrada con especias finas y aceite de oliva.
•Propósito Principal:
•Consagración: Apartar para un uso sagrado. Se usaba para ungir el Tabernáculo, sus utensilios, y a los sacerdotes (Aarón y sus hijos).
•Santificación: Declarar algo o alguien como santo, dedicado a Dios.
•Símbolo del Espíritu Santo: En el Nuevo Testamento, la unción con aceite es un tipo y sombra de la unción del Espíritu Santo, que capacita, guía y empodera al creyente.
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II. Los Ingredientes y su Significado Simbólico
La composición del aceite es una alegoría de la persona y obra de Jesucristo y de la vida cristiana transformada.
•Aceite de Oliva Puro (Base):
•Representa al Espíritu Santo: El aceite en la Biblia es consistentemente un símbolo del Espíritu de Dios. Su pureza («prensado», no batido) significa la naturaleza santa y sin mancha del Espíritu.
•Luz y Guía: El aceite alimentaba las lámparas del templo, simbolizando la revelación y guía del Espíritu.
•Mirra Excelente (Amarga pero Preciosa):
•Símbolo del Sufrimiento y la Muerte de Cristo: La mirra es una resina amarga que se usaba para embalsamar. Representa los padecimientos y la muerte redentora de Jesús (Juan 19:39).
•Quebrantamiento Personal: Para el creyente, simboliza la necesidad de «morir» al yo, al ego y a la naturaleza pecaminosa para poder ser usado por Dios.
•Canela Aromática (Dulce y Estimulante):
•Símbolo de la Santidad y el Carácter de Cristo: La canela era una especia valiosa y fragante que representa la dulzura, la pasión y la santidad de la vida de Jesús.
•El Fuego del Espíritu: Su naturaleza «caliente» y estimulante se asocia con el celo y el fuego del Espíritu Santo que aviva el corazón del creyente.
•La canela también representa comunión, intimidad. En la antigüedad se quemaba canela en las partes exteriores de los cuartos de los recién casados. SI NO HAY INTIMIDAD CON DIOS DIFÍCILMENTE TENDRÁS UNCIÓN. Busca tu canela, busca intimidad con Dios.
•Cálamo Aromático (Caña que Crece Recta):
•Símbolo de la Resurrección y la Humildad: El cálamo es una caña que crece en lugares lodosos, pero se yergue recta. Representa la resurrección de Cristo de entre los muertos y su capacidad para levantarnos de nuestra condición caída.
•Identificación con la Humanidad: Simboliza a Cristo humillándose y haciéndose como uno de nosotros para redimirnos. Para el creyente, es un llamado a vivir en rectitud y humildad.
•Casia (Adoración PROSCNEO y OBEDIENCIA):
•Símbolo de la Adoración y la Rendición: La casia proviene de una planta que requiere ser «despojada» de su corteza. Representa la adoración que nace de un corazón rendido y despojado de orgullo.
•Cobertura Divina: Simboliza la sumisión a la autoridad de Dios y el sometimiento de nuestra voluntad a la Suya.
•La Unción no es un Ritual Mágico: El poder no reside en el aceite físico, sino en la fe y en la persona del Espíritu Santo, a quien el aceite representa.
•La Unción en el Nuevo Pacto:
•Jesús, el Ungido (Cristo): Jesús fue ungido por el Espíritu Santo para su ministerio (Lucas 4:18). «Cristo» significa «El Ungido».
•La Unción del Creyente: Todos los creyentes han recibido la unción del Santo (1 Juan 2:20, 27), que es la morada interior del Espíritu Santo que nos enseña y nos guía a toda verdad.
•Propósitos de la Unción Hoy:
•Sanidad: La práctica de ungir a los enfermos con aceite para oración de sanidad (Santiago 5:14).
•Capacitación para el Ministerio: La unción del Espíritu nos da poder para ser testigos y servir a Dios eficazmente (Hechos 1:8).
•Romper el Yugo: La unción «pudre el yugo» (Isaías 10:27), simbolizando la liberación de ataduras, opresión y pecado por el poder de Dios.
•Una Prohibición Sagrada: Éxodo 30:32-33 prohíbe replicar la fórmula para uso común o aplicarla sobre «extraños» (aquellos no consagrados). Esto enseña la santidad y exclusividad de la obra del Espíritu Santo. No se debe imitar ni tomar a la ligera la verdadera unción de Dios.
IV. Conclusión:
•Más que un aceite, un estilo de vida: La verdadera unción se manifiesta en una vida de consagración, obediencia, adoración y dependencia del Espíritu Santo.
•El Proceso de la Unción: Así como las especias eran machacadas y el aceite prensado, la unción en la vida del creyente a menudo viene a través de procesos de prueba y quebrantamiento que forman el carácter de Cristo en nosotros.
•El llamado final: Buscar una relación íntima y genuina con el Espíritu Santo para caminar en el poder y el propósito para el cual hemos sido llamados y ungidos por Dios.
La Importancia Central de la Mirra: El Perfume Amargo del Quebrantamiento.
El primer ingrediente que se añade al aceite como decíamos, es la mirra, y no es una coincidencia. La mirra es una resina amarga que se obtiene al «herir» o cortar la corteza de un árbol. En el mundo antiguo, su uso principal estaba ligado a la muerte; se utilizaba para embalsamar los cuerpos, siendo uno de los regalos que los magos llevaron a un Jesús recién nacido, profetizando su sufrimiento y muerte sacrificial.
Aquí yace el corazón del mensaje: no hay verdadera unción sin el ingrediente de la mirra. No hay poder espiritual sin antes haber experimentado una muerte personal. La mirra representa la necesidad fundamental de morir a sí mismo.
¿Qué significa «morir a sí mismo»?
•Es la muerte de nuestro ego, de nuestra necesidad de tener la razón y de controlar cada situación.
•Es la muerte de nuestros planes y ambiciones personales para abrazar la voluntad de Dios, aunque no la entendamos.
•Es la muerte a nuestra autosuficiencia, reconociendo que sin Él, nada podemos hacer.
•Es el quebrantamiento de nuestra naturaleza pecaminosa, de esos hábitos y actitudes que nos separan de la santidad de Dios.
Anhelamos la dulzura de la canela (la pasión y el celo) y la rectitud del cálamo (una vida íntegra), pero queremos saltarnos el amargor de la mirra. Queremos el poder de la resurrección sin pasar por la cruz. El mensaje del aceite de la unción es inequívoco: el camino hacia el poder espiritual pasa primero por el altar del sacrificio personal.
La Unción Exige un Proceso, Igual que el Aceite.
Todo el mundo quiere la Unción, pero se olvidan del proceso.
Quieres unción? … Pasa el proceso… (ej. Pastor)
La lección se vuelve aún más clara cuando observamos cómo se preparaban estos ingredientes. La unción no aparecía por arte de magia; requería un trabajo intencional y a menudo violento:
•Las aceitunas eran prensadas bajo gran presión para soltar su aceite. De la misma manera, es en las presiones de la vida donde el Espíritu Santo es extraído de nosotros.
•Las especias como la mirra y la canela eran machacadas y molidas para liberar su fragancia. Nuestro carácter, nuestro orgullo y nuestra dureza deben ser quebrantados por Dios para que el perfume de Cristo pueda fluir a través de nosotros.
•La corteza de la casia era despojada del árbol, un acto que simboliza la rendición y el despojarnos de nuestra propia justicia para someternos completamente a Dios.
Este es el modelo divino. Buscamos un toque instantáneo de Dios, un relámpago que nos transforme sin esfuerzo. Pero Dios está más interesado en el proceso que nos forma a Su imagen. Él permite la prensa, el quebrantamiento y el despojo porque sabe que solo a través de ese proceso podemos contener Su unción de manera genuina y duradera. La unción que no ha sido procesada a través del quebrantamiento es superficial y temporal. La unción que ha pasado por el fuego de la prueba y la muerte del yo es la que transforma vidas y perdura para siempre.
Viviendo una Vida Ungida
Al final, el aceite de la unción nos enseña que ser «ungido» es mucho más que un título, una posición o una experiencia emocional en un servicio dominical. Es el estado de una vida que ha sido entregada. Es la fragancia que emana de un corazón que ha aceptado el amargor de la mirra para experimentar la dulzura de la presencia de Dios.
La verdadera unción se manifiesta en una vida donde el «yo» ha sido crucificado con Cristo, permitiendo que el Espíritu Santo (el aceite de oliva) fluya sin obstáculos, mezclado con la pasión santa (canela), la rectitud humilde (cálamo) y la adoración rendida (casia).
La próxima vez que oremos por la unción de Dios, entendamos lo que estamos pidiendo. No estamos pidiendo magia, estamos invitando al Maestro Perfumista a que inicie en nosotros el sagrado proceso de prensar, machacar y despojar, para que nuestras vidas puedan liberar el inconfundible perfume de Cristo al mundo. Ese es el verdadero precio, y el privilegio, de la unción.
Si la tienes, úsala para Glorificarlo… no es para ti, no es para ser alguien especial, es para hacer algo especial por los demás.
Daniel E Ospina B. 2025.

