Conoce la Disonancia Cognitiva.
En el mundo contemporáneo, uno de los fenómenos más desconcertantes es ver a creyentes defender con pasión a líderes políticos que sostienen posturas totalmente contrarias a la enseñanza bíblica. La aceptación del aborto, la normalización de la homosexualidad y la indiferencia frente a conductas inmorales se justifican a menudo por cristianos que, en teoría, creen en la autoridad de la Palabra de Dios.
¿Cómo es posible esta contradicción? La psicología social ofrece una clave: la disonancia cognitiva. Esta tensión interior entre lo que creemos y lo que hacemos puede llevar a justificar incoherencias, aun en cuestiones de fe.
¿Qué es la disonancia cognitiva?
Leon Festinger, psicólogo social, propuso en 1957 la teoría de la disonancia cognitiva. Según él, cuando una persona sostiene dos ideas o creencias contradictorias, experimenta un malestar psicológico. Para reducirlo, suele buscar una justificación que restaure la coherencia, aunque sea ilusoria (Festinger, A Theory of Cognitive Dissonance, 1957).
En otras palabras, cuando nuestras acciones no encajan con nuestros valores, solemos modificar nuestras actitudes o reinterpretar la realidad. Esto puede llevar a distorsionar la verdad con tal de “sentirnos en paz”.
La Biblia ya describía este fenómeno en términos espirituales:
•“En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jueces 21:25).
•“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias” (2 Timoteo 4:3).
Disonancia cognitiva en la política
La ciencia política y la psicología han demostrado que, en muchos casos, los votantes no eligen basados en principios objetivos, sino en identidad grupal.
Estudios como el de Geoffrey Cohen (Journal of Personality and Social Psychology, 2003) muestran que las personas cambian su opinión sobre una política según el partido que la respalde, incluso si va contra sus valores iniciales. Este fenómeno se conoce como “party over policy” (el partido sobre la política).
Otros investigadores como Taber y Lodge (2006) han documentado el “escepticismo motivado”: somos muy críticos con la información que contradice nuestras preferencias, pero poco críticos con aquella que las respalda.
La Biblia lo expresa así:
•“¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz!” (Isaías 5:20).
•“El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos” (Santiago 1:8).
El creyente frente a líderes inmorales
Cuando un creyente simpatiza con una agenda política, pero esa agenda contradice principios cristianos claros (como la santidad de la vida, la pureza sexual, la justicia), aparece la disonancia.
En lugar de reconocer la contradicción y corregir su postura, muchos optan por mecanismos psicológicos para reducir el malestar:
1.Reinterpretación moral: “El aborto es malo, pero es un derecho necesario para casos extremos.”
2.Compensación: “Este líder apoya la homosexualidad, pero ha hecho mucho por los pobres.”
3.Cambio de foco: “Todos los políticos son imperfectos, no podemos exigir tanto.”
4.Descuento de evidencia: “La Biblia realmente no condena lo que creemos, está mal interpretada.”
Pero la Escritura nos advierte:
•“¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” (Amós 3:3).
•“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia?” (2 Corintios 6:14).
El caso de los “creyentes progresistas”
Muchos creyentes progresistas justifican posturas liberales apelando a valores bíblicos como la justicia social, la compasión hacia los marginados y la lucha contra la desigualdad. Estos valores son bíblicos, pero se convierten en excusa para aceptar otras ideologías que contradicen abiertamente la Palabra de Dios.
La disonancia cognitiva permite que estas personas reinterpreten la Biblia o ignoren pasajes incómodos para mantener la coherencia interna entre su fe y su ideología política.
El apóstol Pablo ya advertía contra esta tendencia:
•“Pues vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina… y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” (2 Timoteo 4:3–4).
•“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres… y no según Cristo” (Colosenses 2:8).
Paralelo con el pueblo de Israel
El Antiguo Testamento muestra repetidamente cómo el pueblo de Dios caía en incoherencias: adoraban a Jehová, pero también a Baal; guardaban fiestas solemnes, pero practicaban injusticia.
Dios mismo denunció esa doble vida:
•“Este pueblo de labios me honra; más su corazón está lejos de mí” (Isaías 29:13).
•“¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él” (1 Reyes 18:21).
Así como Israel justificaba su idolatría con racionalizaciones, hoy algunos creyentes justifican ideologías contrarias a Cristo mediante disonancia cognitiva.
El antídoto: La Palabra de Dios como autoridad
La ciencia psicológica explica cómo racionalizamos nuestras incoherencias, pero solo la Palabra de Dios muestra cómo vencerlas.
•Renovando nuestra mente: “No os conforméis a este siglo, si no transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento” (Romanos 12:2).
•Viviendo en integridad: “El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo” (1 Juan 2:6).
•Discerniendo todo con la Escritura: “A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido” (Isaías 8:20).
La Biblia es clara: no podemos reinterpretar la verdad para que encaje con nuestras preferencias políticas o culturales.
Conclusión
La teoría de la disonancia cognitiva nos ayuda a entender por qué muchos creyentes defienden a líderes y posturas contrarias a la moral cristiana: su identidad política y social pesa más que la fidelidad a la Palabra. La psicología lo describe como un mecanismo de auto justificación, pero la Biblia lo llama doble ánimo, tibieza o engaño del corazón.
Como creyentes, debemos recordar que:
•“Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2 Timoteo 3:16).
•“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Juan 17:17).
Por eso, la Biblia debe ser nuestra mayor autoridad en todos los temas. Ella es nuestro manual de vida, y todo lo que se aparte de su enseñanza no puede ser guía para quienes seguimos a Cristo.
Después de leer este artículo crees que perteneces al grupo de creyentes que defiende o ha defendido líderes o ideas contrarias a lo que la palabra nos enseña?. Si esto es así te invito hoy a presentarte delante de Dios y reconciliar lo que crees con lo que debes hacer y apoyar, estás a tiempo para recalcular tu camino. Puedes empezar por hacer la siguiente oración:
Señor sé que me he equivocado, he defendido quizás lo indefendible, he cometido errores aún contra mi mismo al creer, apoyar y votar por hombres que trasgreden lo que dice tu palabra, perdóname si he defendido causas inmorales, perversas, si me he contaminado a través de líderes e ideologías que apoyen lo que tú consideras anatema. Quiero amar lo que amas, defender lo que defiendes, perdóname y ayúdame a tomar de ahora en adelante decisiones correctas, bíblicas y sobre todo que te agraden a ti en el nombre de Jesús. Amén.
TIEMPOS DE CRISTO 2025

