DOBLE ÁNIMO.
El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
Santiago 1:8
¿Te has descubierto empezando proyectos, sin perseverar en alguno de ellos?
¿Te asusta como tus sentimientos acerca de alguna persona o un tema pueden cambiar de un momento a otro de forma tan radical?
Si tu respuesta es sí, seguro entenderás aquello a lo que se refiere Santiago 1:8.
¿Qué es el «doble ánimo»?
Entendamos el concepto de doble ánimo como un estado físico y mental donde coexisten dos emociones contradictorias. Quien lo padece comúnmente transita entre la exaltación emocional que generan los comienzos, y el desánimo y pérdida de interés que le provocan los tropiezos, ya que desiste con facilidad cuando las cosas se ponen difíciles.
La Biblia compara al hombre de doble ánimo con una ola del mar que es llevada de un lugar a otro sin poner resistencia ni dirigir su propio camino, no siendo dueña de su propio curso.
Así somos las mujeres y los hombres cuando somos presas del doble ánimo: incapaces de sostener nuestras propias decisiones, pues somos llevados a merced de las circunstancias y no por la fuerza de nuestra propia determinación.
Por ejemplo, una persona de doble ánimo amanece pensando como un ganador, pero se duerme creyendo que ya ha perdido; un día tiene fe, y al otro duda aún de las realidades más tangibles, distorsionando muchas veces la realidad para justificar su inconstancia. La ambigüedad controla toda su vida.
A continuación te mostraré algunos conceptos que en mi experiencia me han ayudado a derrotar a este enemigo silencioso que es el «doble ánimo».
1. Enfócate. No quieras dedicarte a hacer todo, Sigue la brújula que señala una dirección cercana entre tu talento y tu pasión, y a eso dedícate.
2. Sé firme. Tomar decisiones no exime de equivocaciones, pero cuando marcamos el camino se hace más fácil corregir la dirección hacia la ruta correcta.
3. Involucra tu fe. Está comprobado que existen efectos positivos reales en el cerebro de las personas que creen y sobre quienes se ha practicado la oración. Este fenómeno fue estudiado en 1980 por el físico y cardiólogo Randolph Byrd, del Hospital General de San Francisco en Estados Unidos
Así que decide creer y orar, Dios puede ayudarte a vencer esta lucha.
4. Esfuérzate. Siempre caminar esa milla extra puede llevarte a ver el final esperado. Ponte metas a corto plazo con fechas establecidas y objetivos concretos. No olvides que quien siembra expectativas cosecha frustraciones; pero el que siembra en terrenos fértiles siempre recoge abundantes frutos.
Amigos me gustaría que nos quedáramos con esto en mente, «Si la constante del éxito es la perseverancia, el «doble ánimo» es el común denominador del fracaso» así que decide vencer la inconstancia en tu vida.
Carolina Carvajal.
