Diferentes formas de Orar de acuerdo a Las tres dimensiones de Dios: como Padre, Amigo, Juez.
”»Cuando alguno de ustedes ore, hágalo a solas. Vaya a su cuarto, cierre la puerta y hable allí en secreto con Dios, su Padre, pues él da lo que se le pide en secreto.“
Mateo 6:6 TLAI
”¡Miren! Dios el Padre nos ama tanto que la gente nos llama hijos de Dios, y la verdad es que lo somos. Por eso los pecadores de este mundo no nos conocen, porque tampoco han conocido a Dios.“
1 Juan 3:1 TLAI
”él es mi amigo fiel, mi lugar de protección, mi más alto escondite, mi libertador; él es mi escudo, y con él me protejo; él es quien pone a los pueblos bajo mi poder.“
Salmos 144:2 DHH94I
”Háganse amigos de Dios, y él se hará amigo de ustedes. ¡Pecadores, dejen de hacer el mal! Los que quieren amar a Dios, pero también quieren pecar, deben tomar una decisión: o Dios, o el mundo de pecado.“
Santiago 4:8 TLAI
”Sé que Dios es un juez justo y que, cuando juzgue a todos, me dará una corona como premio a mi obediencia. Y no solo a mí me la dará, sino también a todos los que esperan con ansias su regreso.“
2 Timoteo 4:8 TLAI
”7 (8) vienen de Dios, que es el juez. A unos les quita el poder, y a otros se lo da.“
Salmos 75:7 TLAI
Este tema es un poco extenso, ya que conocemos muchos modelos de oración bíblicamente hablando, pero hoy quiero que mires el tema desde las tres dimensiones de Dios.
Todos sabemos Orar utilizando el modelo del Padre nuestro, y sin duda es una de las ayudas más grandes dejadas por Jesús para que podamos tener un tiempo de intimidad diario con Él.
Sin embargo es tan, pero tan inconmensurable Dios y su bondad que podemos acceder a Él con oraciones específicas de acuerdo al tipo de necesidad que tengamos.
COMO PADRE.
Dios es nuestro Padre, por ello cuando necesites pedirle algo en específico acude a el como tú Abba, tu amado Padre Celestial, adórale, alábale, y pídele detalladamente lo que necesitas. También dirígete a el como Padre cuando quieras sentirte protegido, sostenido ayudado, utiliza los Salmos para ayudarte a Orar a tu Padre. Personalízalos. Acude a tu Padre cuando necesites su abrazo, su consuelo. Póstrate a sus pies en silencio para que en un silbo apacible te aconseje, te guíe, te muestre el camino o la decisión que debes tomar. Agradécele por haber enviado a Jesús a morir por ti, agradécele por el regalo de la salvación y por haber dejado su Espíritu Santo para estar a todo momento contigo.
Hay personas a las que se les dificulta dimensionar a Dios como su Padre; normalmente es porque no tuvieron una figura Paterna o quizás la relación con ella no fue la mejor. Si ese es tu caso la mejor manera de acceder a tu Padre celestial es reconociendo la dificultad, confesándola, perdonando a tu padre natural por no haber atendido tu corazón de la forma como Dios lo diseño para ti y rindiéndote a sus pies, todo esto en su presencia sin decir nada, esperando delante de él orando, alabando en el Espíritu a través de la meditación o lenguas del Espíritu Santo.
COMO AMIGO.
Cuando Jesús ascendió al cielo para estar a la diestra del Padre nos dejó al Precioso Espíritu Santo. Él (el Consolador) está aquí ahora para ayudarte, en ti, contigo para consolarte, para tener intimidad contigo, para convertirse en tu mejor amigo. Así que dirigirse a Él en oración es tan sencillo como hablar con tu mejor amigo. Háblale, cuéntale, pídele consejos, Pasa tiempo con él, disfruta de su presencia. Háblale de tus grandes planes y de tus más pequeñas ideas, pídele guía y ayuda en todo, hasta de las cosas más simples; Él aderezará mesa delante de ti, y te ayudará en todo.
Hay personas que no ven al Espíritu Santo como una persona sino como una fuerza, pero él es Dios, al igual que el Padre y al igual que Jesús y Él es quien quedó en la tierra para ayudarnos, consolarnos y acompañarnos hasta que Jesús vuelva por su Iglesia.
Si ese es tu caso, si no sabes cómo o crees no poder dirigirte a Dios – Espíritu Santo, lee la palabra, Hurga en el libro de los hechos de los apóstoles y termina de escribirlo a medida que se te va revelando su Identidad.
COMO JUEZ.
Dios es amor sin duda, es tu Padre, tu mejor amigo, pero también es un Juez justo que no puede dejar impune al culpable. Esta es la dimensión de Dios que es más difícil de comprender y a la cual es más difícil acceder en oración pues generalmente no somos enseñados acerca de cómo hacerlo.
Primero debemos ubicarnos en el tribunal del cielo, en su estrado de Justicia. Allá está sentado como Juez justo y allá satanás presenta memoriales contra ti, y los tuyos todo el tiempo a causa de los pescados que cometemos, los cuales tú mismo autorizaste sea con palabras necias, o actos.
Hay áreas de nuestras vidas que a pesar de ser Cristianos no cambian, o no permitimos que sea así; allí, tal vez hay un «derecho legal» que le diste al acusador para obrar en tu vida. En ese momento es cuando debes acceder a Dios como JUEZ justo, ponerte de acuerdo con el precio alto que representa la Sangre de Cristo,
La sangre que el pago por tu libertad en todo aspecto, que te hace inocente y recibir el veredicto, el dictamen de inocente de parte del Juez Eterno.
Te dejo acá algunos libros recomendados para que puedas conocer y entender mejor las dimensiones de Dios como Padre, Amigo y Juez y así aprender a Orar de una manera más efectiva.
NOTA: Espero este artículo sea de bendición para ti, no es el propósito de rotular a Dios para orarle, solo pretendo compartir un poco de mis experiencias personales y ayudarte a encontrar una vía más «fácil» si así se puede decir para comunicarte con EL de acuerdo a tu necesidad.
Sin embargo nada sustituye la adoración, el rendirte en tu cuarto o en tu lugar secreto y postrarte de rodillas, con un corazón puro limpiando nuestras vidas en el río de su preciosa sangre, levantar tus manos y con lágrimas en los ojos susurrar el precioso nombre de Jesús…
Bendiciones mil.
Paola Andrea Rodriguez.