¿Cómo podrías equilibrar tu masculinidad hoy en día? ¿Cómo puedes siendo un joven cristiano hacerte atractivo para las chicas?
Es bien sabido por todos que ellas, sean creyentes o no, sienten una fuerte atracción hacia los «bad boys«. Tanto que un buen chico, de su grupo de jóvenes o de otras congregaciones, aunque sea apuesto, les parecerá poco atractivo y a algunas quizás «insípido». ¿Cómo lograr entonces que un chico creyente, sin convertirse en un bad boy, sea atractivo para las chicas cristianas? Nos atrevimos a darles en este artículo algunos tips.
“Uno de los cortesanos sugirió: —Conozco a un muchacho que sabe tocar el arpa. Es valiente, hábil guerrero, sabe expresarse y es de buena presencia. Además, el Señor está con él. Su padre es Isaí, el de Belén.”
1 Samuel 16:18 NV
https://bible.com/bible/128/1sa.16.18.NVI
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- Destaca en algo; sé experto en algo. Tanto en el mundo secular como en el cristiano, los hombres que «brillan» son los preferidos por las mujeres. Sea un deporte, la música, un arte o una ciencia, hazte experto en ello. No estamos hablando de ser aficionado sino experto; la experticia requiere horas de entrenamiento y práctica. Si eres experto en más de una cosa, tendrás aún más ventajas frente a los demás. En el caso de David, vemos que era un experto en varias cosas: música, la guerra, la escritura, etc. Si te haces experto al menos en una sola cosa, las chicas verán en ti a un hombre disciplinado, y esto sin duda da seguridad. Si tu experticia te hace brillar, seguramente más de una chica te admirará, y de la admiración al amor hay un trecho muy pequeño. Así que dedícate a ser experto en una o varias cosas; practica un deporte, sé el mejor en él, aprende a cantar o a tocar un instrumento, vuélvete experto en marketing digital, en finanzas, en la Biblia, en edición de videos o en escribir… si haces todas estas cosas juntas y aún más, serás sin duda un súper boy y un súper boy siempre va a ganarle a los bad boys.
- Muéstrate seguro, firme, camina con el pecho erguido. Una cosa es ser caballero y otra cosa diferente es ser servil. Las chicas prefieren los bad boys porque les generan seguridad y adrenalina, aventura. El problema con la mayoría de los chicos cristianos es que se muestran tan pero tan buenos y perfectos que, en lugar de verse como hombres recios y valientes, se ven como amigos serviles. Ten cuidado, no estoy diciendo que seas un cavernícola ni un patán. Lo que tienes que hacer sencillamente es ser hombre; ser un caballero sí, pero también entender que tu esencia es ser valiente y protector. Puedes empezar por pagar las cuentas; un hombre que se hace cargo de los gastos demuestra no solo caballerosidad sino también gallardía. Saluda con seguridad, ya sea con un beso en la mejilla o con un apretón de manos; hazlo con firmeza, no con brusquedad y menos con suavidad o timidez.
- Habla fuerte (no gritado), abarítona tu voz, mira fijamente por breves instantes y, sobre todo, asume el liderazgo donde estés. Saluda con autoridad, estrecha la mano o da un pequeño beso en la mejilla; di: «Hola, soy (tu nombre)» y acércate a saludar a todos a quienes conozcas, sin timidez; sobre todo si la mayoría del grupo en el que estás son mujeres. A las chicas les gustan mucho los hombres que tienen siempre la iniciativa, que proponen los planes. También es muy importante que vean radicalidad en ti, que se note que defiendes a capa y espada tus convicciones, que siempre sabes adónde vas y que incluso llevas la contraria (sin discutir inútilmente) cuando se trata de defender tu fe o tus principios. Cederles en todo es contraproducente. No temas hablar en grupos, sobre todo si conoces del tema; defiende tus posturas sin ofender a los demás. Cuando se trate de orar, sé el primero en hacerlo. Discipula a otros, comparte el evangelio y conviértete en un hábil guerrero de Dios
- Exprésate adecuadamente. No tengas miedo o inseguridad al tratar de comunicarte. Sé claro, directo, utiliza medios no convencionales. En lugar de un emoticono, envía un sticker creativo. Lograr una sonrisa en una chica es ya un pedacito de su atención y quizás de su corazón; a las chicas les encanta que las hagan reír, les encantan los hombres divertidos. No seas aburrido; no te guíes únicamente por los gustos de ellas; contágialas con los tuyos. Muéstrales tus películas favoritas, invítalas a probar tus comidas favoritas; que todo lo que hagas con ellas sea una «invitación» a la aventura. Si vas en un plano un poco más íntimo, hazle una carta, déjale una nota. Pero no lo hagas seguido; da golpes contundentes en periodos de tiempo no tan seguidos; asómbralas cuando no esperen algo, sencillamente llega con ello.
- Mantén tu apariencia arreglada. Perfúmate, no seas descuidado en tu apariencia. Pon atención a tu cabello, a tu barba si la tienes; si te salen solo cuatro pelitos, rasúrate completamente. Ten siempre limpias las uñas, las manos y los zapatos. No mantengas ropa de hacer deporte, menos en chanclas. Usa lentes oscuros de vez en cuando; trata de verte un poco rudo pero siempre muy ordenado.
- Que se note tu espiritualidad. Tu relación con Dios es la única manera para que las chicas puedan ver que eres diferente al montón. Si tu relación con Dios es genuina, todos lo notarán. Sé ejemplo de liderazgo espiritual, no temas dirigir las oraciones, invitar a tu iglesia local a otros jóvenes. Sé amable con todos.
- Honra a tus padres tanto en secreto como en público. Este tip, aunque parece obvio, sabemos que es un mandamiento con promesa incluida. Por ello, la honra a tus padres y la manera en que te sujetas a ellos, les obedeces, te convierten en un excelente partido para una chica creyente. Aunque no lo creas, toda chica observa cuál podría ser su «nueva familia» y cómo se llevan entre sí.
- Sé buen amigo. Aunque este punto no está en el versículo, está inherente en la vida de David. Que todos sepan que cuentan contigo, sobre todo en momentos de dificultad, que siempre haya una palabra de aliento, una oración en tus labios, un acto de amor hacia los demás; esto te convierte ante los ojos de las chicas en una especie de héroe, de esos que hoy día ya no hay. Dondequiera que llegues, haz el bien, repudia y evita el mal, honra a Dios y él te honrará.
Bendiciones,
Daniel E. Ospina Bárcenas