“Este es el mensaje que el profeta Habacuc recibió en una visión. ¿Hasta cuándo debo pedir ayuda, oh Señor? ¡Pero tú no escuchas! «¡Hay violencia por todas partes!», clamo, pero tú no vienes a salvar. ¿Tendré siempre que ver estas maldades? ¿Por qué debo mirar tanta miseria? Dondequiera que mire, veo destrucción y violencia. Estoy rodeado de gente que le encanta discutir y pelear. La ley se ha estancado y no hay justicia en los tribunales. Los perversos suman más que los justos, de manera que la justicia se ha corrompido. El Señor respondió: «Observen las naciones; ¡mírenlas y asómbrense! Pues estoy haciendo algo en sus propios días, algo que no creerían aun si alguien les dijera. Estoy levantando a los babilonios, un pueblo cruel y violento. Marcharán por todo el mundo y conquistarán otras tierras. Son reconocidos por su crueldad y hacen lo que se les antoja. Sus caballos son más veloces que guepardos y más feroces que lobos al anochecer. Sus jinetes arremeten desde lejos. Como águilas, se lanzan en picada para devorar a sus presas. »Vienen sin tregua, decididos a la violencia. Sus multitudes avanzan como el viento del desierto, barriendo cautivos a su paso como si fueran arena. Se burlan de reyes y príncipes y menosprecian todas sus fortalezas. ¡Simplemente hacen rampas de tierra contra las murallas y las toman por asalto! Arrasan como el viento y desaparecen. Pero son profundamente culpables, porque hicieron de su propia fuerza un dios». Oh Señor mi Dios, Santo mío, tú que eres eterno, ¡no puede ser que estés planeando acabar con nosotros! Oh Señor, nuestra Roca, tú has enviado a los babilonios para corregirnos y castigarnos por nuestros muchos pecados. Pero tú eres puro y no soportas ver la maldad. ¿Serás indiferente ante la traición de ellos? ¿Guardarás silencio mientras los perversos se tragan a gente más justa que ellos? ¿Somos tan solo peces para ser capturados y matados? ¿Somos simples criaturas del mar que no tienen quien las guíe? ¿Tenemos que terminar ensartados en sus ganchos y atrapados en sus redes, mientras ellos se alegran y celebran? Entonces adorarán a sus redes y quemarán incienso frente a ellas. «¡Estas redes son los dioses que nos han hecho ricos!», exclamarán. ¿Permitirás que se salgan con la suya para siempre? ¿Tendrán siempre éxito en sus conquistas despiadadas?”
Habacuc 1:1-17 NTV
En este primer capítulo de Habacuc, Dios revela al profeta que usará a los babilonios (caldeos) como instrumento de juicio contra Judá debido a su maldad e injusticia.
Para entender a quién o qué podrían representar los babilonios hoy en día, primero debemos recordar algunas de sus características principales según el texto bíblico y la historia:
Características de los Babilonios en Habacuc:
1.Poderosos y Temidos: Eran una nación emergente con una fuerza militar impresionante. La Biblia los describe como «feroces e impetuosos» (Habacuc 1:6).
2.Crueles e Injustos: Se caracterizaban por su violencia, su falta de respeto por la justicia y por tomar posesión de tierras ajenas (Habacuc 1:6-10).
3.Autosuficientes y Arrogantes: Su fuerza y sus logros los llevaban a confiar en sí mismos, casi divinizando su propio poder (Habacuc 1:7, 11).
4.Rápidos y Eficaces: Se movían con rapidez y determinación para alcanzar sus objetivos (Habacuc 1:8).
5.Despreciaban a la autoridad: Se burlaban de reyes y gobernantes, mostrando una falta de respeto por el orden establecido (Habacuc 1:10).
¿A quién o qué podrían referirse hoy en día?
Es importante tener en cuenta que la Biblia a menudo utiliza imperios y naciones como símbolos de ciertos tipos de poder, ideologías o comportamientos humanos que se repiten a lo largo de la historia. En este sentido, los babilonios podrían simbolizar hoy en día:
A.) Ideologías Totalitarias o Autoritarias: la cuales están más que claras en China, Rusia, Irán (los más grandes) y ahora extendidos por América latina (Venezuela, cuba, Nicaragua, Colombia?), Aquellas que buscan el poder absoluto, imponen su voluntad sin justicia, desprecian los derechos individuales y se glorifican a sí mismas o a sus líderes. (les parece que es así?) Estas ideologías pueden ser políticas, económicas o incluso culturales.
B.) Sistemas Opuestos a la Justicia y la Equidad: (los mismos anteriores) Cualquier sistema que oprime a los débiles, explota a los vulnerables y perpetúa la injusticia social o económica podría verse como un paralelo a la crueldad babilónica.
C.) El Poder Desenfrenado y la Arrogancia: Aquellas fuerzas o entidades (ya sean gobiernos, corporaciones, o incluso movimientos culturales) que actúan con una confianza ciega en su propio poder, sin considerar las consecuencias para los demás y despreciando cualquier forma de autoridad moral o legal. ¿Les parece algo común hoy en los medios? ¿Las redes? El entretenimiento? … Acaso no cabe aquí el WOKISMO?.
D.) La Violencia y la Guerra: En un sentido más literal, las naciones o grupos que recurren a la violencia y la agresión para expandir su influencia y oprimir a otros podrían ser vistos como herederos de la conducta babilónica. ( sin palabras).
E.) La Idolatría del Poder y el Éxito Material: Una sociedad que idolatra el poder, la riqueza y el éxito a cualquier costo, pisoteando los valores éticos y espirituales, podría reflejar la autosuficiencia de Babilonia.
Para mí, una ideología que podría tener paralelismos con los babilonios hoy en día sería aquella que exalta el poder del ESTADO o de un grupo particular por encima de los derechos y la dignidad de los individuos, que justifica la opresión y la injusticia en nombre de un supuesto bien mayor, y que se muestra arrogante e implacable en la consecución de sus objetivos. (Es el discurso de los «dictadores de hoy).
Si, después de leer lo anterior no me queda la menor duda que Habacuc está hablando del progresismo y el comunismo extendido por el mundo y fomentado (¿por élites?) desde hace décadas, infiltrado primero muy sutil y ahora adueñado del mundo de manera descarada.
Es crucial recordar que la intención del libro de Habacuc no es simplemente identificar enemigos modernos, sino más bien explorar la paciencia de Dios ante la injusticia y su eventual juicio sobre todas las formas de maldad y opresión.
¿Qué podemos hacer?
Oponernos, pero nuestra oposición a mi juicio no debe ser tan confrontativa, más bien debe ser sutil, pero firme, debe empezar por nuestros hogares y familias, enseñar a nuestros hijos la realidad de lo que estamos viviendo, dejarles clara nuestra posición y ante todo darles ejemplo; ya que si nos oyen maldiciendo y hablando mal a toda hora de los «líderes Babilonios» estaremos sembrando en ellos una semilla de odio igual de perjudicial que la que ellos siembran. Nuestro mayor argumento contra Babilonia debe ser el ejemplo, el ejemplo de amor, unidad, principios, valores familiares y sobre todo Fe en Dios y en lo que representa.
No dejemos de congregarnos mientras se pueda, no dejemos de leer la palabra Preciosa y sobre todo no dejemos de buscar la preciosa presencia del Espíritu Santo.
TIEMPOS DE CRISTO 2025.

