¿Qué tan CONTENTO ESTÁS?
Una de las ideas más equivocadas que he tenido es creer que la felicidad está más adelante; en el próximo cambio, el próximo año, con el próximo presidente, en la próxima casa, con mi siguiente pareja o en un trabajo mejor.
El contentamiento es una de las virtudes del carácter más difíciles de encontrar y una de las más importantes para desarrollar pues teniendo contentamiento la montaña de la vida siempre será más fácil de escalar.
Cuando nos falta contentamiento « el jardín del vecino siempre se verá más floreado que el nuestro», pero créeme bastaría solo con tener una pequeña porción de ese ajeno lugar para poder apreciar las semillas, y las flores que están brotando en el nuestro.
La Biblia dice en Filipenses 4:11-13:
No lo digo porque tenga escasez, pues he APRENDIDO a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
¡Qué palabra, Me encanta!, pero como lo obtengo, ¿cómo puedo llegar a pensar y a sentirme tan complacido con cada cosa que me pasa? La respuesta la encontramos inmersa en ese mismo pasaje. Necesitamos APRENDER A ESTAR CONTENTOS.
El contentamiento no es un don, o algo que vayamos a recibir después de una petición, el contentamiento se APRENDE y aprenderlo empieza con una DECISIÓN y Dios siempre respaldará nuestra voluntad para ser mejores.
Aprender a sonreír con las bromas de nuestra pareja que alguna vez nos hicieron doblarnos de risa, pero que ahora nos generan fastidio; alegrarnos con la convivencia cotidiana sin necesidad de excentricidades; forzarnos a volver a sentirnos cómodos con los silencios y las largas conversaciones; acoplarnos a ese ingreso que en un momento fue causa de ilusiones; disfrutar a los hijos imperfectos o la casa a veces desordenada; valorar nuestra salud entendiendo que cada día aquí en la tierra es un milagro de la vida.
Detalles como estos te ayudaran a estar MÁS CONTENTO.
Así que te propongo algo, si te has descubierto quejándote más de lo que agradeces, hoy es una buena oportunidad para pedir a Dios su ayuda y buscar desarrollar el contentamiento en tu vida con este simple consejo. AGRADECE.
Parece un consejo demasiado simple y poco profundo, pero créeme es poderoso. Esta es una de las ocasiones en las que la Biblia y la ciencia se avalan la una a la otra dándole fuerza a el consejo de Agradecer.
Dios dice:
No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle GRACIAS por TODO lo que él ha hecho.
Filipenses 4:6
La ciencia dice:
La gratitud estimula las vías cerebrales para la liberación de oxitocina, la hormona que estimula el afecto, la tranquilidad, reduce la ansiedad, el miedo y la fobia.
Amigos ni nuestro cerebro ni nuestro espíritu son capaces de sentir al mismo tiempo, gratitud y angustia.
Te invito a hacer este sencillo ejercicio:
Escribe las 5 razones de queja más frecuentes. Que has tenido en las últimas dos semanas.
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Ahora, escribe en frente de cada una de esas quejas un agradecimiento ¿hay algo en medio de esas situaciones que te aquejan que hoy puedas agradecer?
Te voy a dar un ejemplo sencillo.
Mi queja
* El doctor me mandó a hacer ejercicio todos los días y ahora me duele todo el cuerpo todo el día.
Agradecimiento
*Gracias Dios por la oportunidad de poder caminar, por sentir el aire cuando salgo de casa, por el dolor muscular que demuestra que mis músculos están ejercitándose.
Gracias porque Siempre había sabido que tenía que hacer ejercicio, sin embargo las palabras del doctor fueron el incentivo que necesitaba para decidirme a hacerlo y cuidar mi salud.
Demos gracias a Dios en Todo y descubramos que TAN CONTENTOS podemos estar…
Carolina Carvajal.
