¿Podemos ESCUCHAR MÚSICA QUE NO SEA CRISTIANA? ¿Y qué tal cantarla?
El que canta canciones al corazón afligido Es como el que quita la ropa en tiempo de frío, o el que sobre el jabón echa vinagre.“
Proverbios 25:20 RVR1960
Hablemos primero de si debemos como creyentes escuchar o no música diferente a la que tiene la finalidad de Glorificar a Dios, es decir aquella que bautizamos erróneamente como música Cristiana.
Antes que nada la música no puede rotularse como cristiana o no Cristiana, esto nos lleva inmediatamente a un error, ya que ser o no Cristiano es una decisión voluntaria, para seguir a Cristo nuestro salvador.
De esta manera planteemos correctamente la pregunta:
podemos los creyentes escuchar música que no tenga mensaje con contenido Cristiano?.
Realmente no hay un versículo expreso en la Biblia que diga que no podemos hacerlo. Pero si hay uno que puede ayudarnos a responder la pregunta:
”No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.“
1 Juan 2:15-16 RVR1960
No debemos amar el mundo ni las cosas qué hay en el mundo. Esto es algo categórico y cortante como solía decir mi Abuelo.
Seríamos mentirosos si llegáramos a negar qué hay cosas del mundo que amamos: de manera personal amo el Fútbol y más cuando uno de mis hijos que son Futbolistas en los EE. UU. juegan. Amo verlos jugar, amo ver y hacer fuerza en los partidos que ellos disfrutan sea presencial o por video.
Pero una cosa es «amar» esto y otra ponerlo por encima de Dios, cuando esto sucede estamos en problemas.
Lo mismo sucede con la música que escuchamos, aunque hay diferencias fundamentales, las cuales te quiero explicar.
La música en general es Hermosa, sacando algunos «degéneros» de los cuales no hablaré, para evitar entrar en polémicas. Daré una lista de los problemas que puede ocasionarnos escuchar música del mundo.
1.Afecta Nuestra Espiritualidad.
El primer problema que encontramos al escuchar música que no tenga contenido Cristiano es que esta puede afectar nuestra Santidad.
”»Si el sumo sacerdote peca y así mancha de culpa a toda la comunidad, debe presentar una ofrenda por el pecado que cometió. Debe ofrecer al Señor un becerro sin defecto.“
Levítico 4:3 NTV
Lo que el «sacerdote» tiene en su corazón termina afectándonos, contagiándonos, contaminándonos y esto se puede aplicar a todo. Pero ahora estamos hablando de música.
No solo hablamos de la letra de la canción sino también de las melodías, las cuales pueden afectarnos en nuestra área espiritual.
Hay innumerables estudios que validan la influencia que tienen las ondas sonoras y ciertos sonidos en nuestro estado de ánimo; cuanto más puede alguna música afectar nuestra espiritualidad a tal punto incluso de traer opresión demoníaca sobre nuestras vidas. Lo menos que puede hacer es traernos desgano espiritual, sensualidad, deseos de toda clase que finalmente nos llevarán a pecar.
Conozco muchos creyentes que llevan años en el evangelio y aman a Dios de corazón, pero no han podido crecer ni dar fruto en algunas áreas de sus vidas a causa de esta «contaminación».
Volviendo a lo personal, «amo» el Jazz Clásico, la dulce y aniñada voz de Billie Holliday me transporta y me da un bienestar muy dulce en mi alma; la aterciopelada voz de Ella Fitzgerald me lleva a ensoñaciones y paisajes, en fin «amo» el Jazz, pero si ustedes me preguntan cada cuánto escucho puedo decirles que aunque no llevo la cuenta, no me complazco mucho con esa delicia. Podría decir que por año escucho máximo diría yo 3 horas. Lo hago así porque aunque «amo» esa música ella no me domina y por muchos de ustedes es conocida la vida de excesos y vicios de estas maravillosas cantantes, y la verdad, evito que ellas «me ministren«.
A esta altura del artículo sé que ya tienes claro porque no es bueno para nuestro espíritu escuchar música que no Glorifique a Dios; se trata de cuidar el regalo de santidad y comunión que Yeshua nos regaló muriendo en la cruz.
2.Nos vuelve seres almáticos. A que me refiero con almáticos?; quiero decir que si afecta nuestra área espiritual con más fuerza afecta nuestras emociones y sentimientos. El versículo inicial es claro dice que hacerlo (cantar o escuchar) si tenemos tristeza en el corazón por una pérdida, abandonó o duelo es como si le pusiéramos Vinagre al jabón con el que nos lavamos, es decir nuestras heridas en la piel arderían demasiado por el vinagre no te parece?. Lo mismo es escuchar música sin mensaje Cristiano cuando estamos tristes o aburridos, o como les dije con duelo o perdida, eso ocasionará más dolor, más tristeza, más desolación. Si estás triste, o en depresión no escuches esa música, pon una buena alabanza y verás, como dice el himno, que la Alabanza a Dios cambia las cosas.
3.Nos vuelve Carnales y sensuales. Así como afecta nuestra espiritualidad y nuestra alma la música potencializa a la máxima expresión nuestra mundanalidad. Nos pone como témpanos de hielo ante las cosas espirituales y abre las puertas a todo tipo de excesos y pecados en nuestra vida. Pareciera que no, pero esto es «silencioso» y voraz y cada vez más nos va llevando más cerca del mundo y más lejos de Dios.
¿Y CANTAR QUE?.
Creo que en la parte de escuchar está demasiado claro… si es malo escuchar, creo que cantarla es mucho más íntimo y perjudicial.
Lo más grave hoy día es que en muchas de nuestras Iglesias hay «músicos y cantantes profesionales».
Los cuales trabajan con su voz fuera de la Iglesia y en la Iglesia son los que dirigen las alabanzas. A mi parecer esto se llama «fuego extraño» en el altar.
No está mal que las Iglesias mejoren sus standards de calidad y tengan este tipo de músicos y cantantes, lo que está mal es que los mismos que cantan en el mundo y para el mundo le canten en los servicios a Dios. No hablo de sus corazones los cuales pueden amar a Dios y servirle con todas las fuerzas, hablo de Santidad a Dios y responsabilidad con la Iglesia pues como decíamos en líneas arriba lo que el sacerdote tiene, lo ministra a la congregación.
Daniel E Ospina B.
